Un problema que amerita atención urgente es el de la gran cantidad de niños, que han sido dejados al cuidado de sus parientes por sus padres, quienes han tenido que irse del país con el fin de buscar el mejoramiento de sus condiciones de vida y el de sus hijos, así lo hizo conocer el profesor Gerardo Pastrán, fundador y presidente de la institución social Proyecto Juvenil Misionero (Projumi), en el estado Lara.
Pastrán ha venido ocupándose, dentro de sus posibilidades, de atender a menores de edad que han mostrado dificultades para adaptarse a una nueva forma de existencia al quedar al cuidado de abuelos, tíos, padrinos o madrinas, o a otros parientes.
Por lo general, esos niños se sienten abandonados y, en consecuencia, tienen problemas sicológicos, expuso.
«En Projumi, hasta ahora, hemos atendido a unos 37 casos, pero no podemos precisar cuántos otros se encuentran en esa situación», dijo.
Manifestó que la diáspora que se ha venido registrando en Venezuela constituye una situación muy delicada, compleja y difícil para los niños que se quedan en el país, porque sus padres, desesperados por la crisis, abandonan sus casas y se van al exterior en busca de un trabajo y poder suministrarle, a través de las remesas, la alimentación de sus vástagos.
«Aunque esos niños reciban cariño y protección de sus abuelos, tíos o cualquier otro familiar, no se sienten tan bien como estar al cuidado de sus progenitores y, por tanto, sufren sentirse como abandonados», destacó.
Esa condición influye también en sus estudios y es por ello que se ha podido comprobar que se ha incrementado, cada vez más, la deserción escolar, lo cual indica es otro problema porque no existen programas destinados a esos escolares que dejan de estudiar y están expuestos a tomar decisiones absurdas, como el de vagar y ser presas de delincuentes y otros individuos de mal vivir.
A Projumi se han acercado abuelos y otros parientes de niños que se encuentran muy preocupados por el comportamiento de los niños que han quedado a su cuidado y, dentro de nuestras posibilidades, Projumi les ha brindado asistencia sicológica con profesionales en la materia.
Sin embargo, lo que hacemos con mucha voluntad, dedicación y sentido de solidaridad es poco en comparación con el gran número de niños que se encuentran presentando problemas de conducta al sentirse abandonados, no obstante estan siendo atendidos por sus familiares.
«Realmente, es un problema muy grave», aseveró el profesor Pastrán. Señala que «esa población infantil y juvenil constituyen las nuevas generaciones de venezolanos, las cuales si se mantienen como desertores del sistema educativo, no podrán prepararse para el futuro».
En este sentido, planteó la necesidad de que sea creado un programa especial de atención para esa cantidad imprecisa de niños y jovencitos que hoy no saben qué hacer porque no tienen la orientación apropiada de sus padres y, por supuesto, de los educadores.