La playa de Rockaway Beach, una de las más icónicas y concurridas de Nueva York, fue cerrada este martes por las autoridades tanto a bañistas como a practicantes de surf tras el ataque de un tiburón registrado este lunes, que dejó herida grave a una mujer de 65 años.
La víctima fue mordida en la pierna izquierda por el escualo cuando se encontraba cerca de la orilla, sin que estuviera nadando, según relató a la policía. Fue trasladada al hospital del barrio de Jamaica, donde su estado es «estable dentro de la gravedad».
La Policía patrullará la playa para obligar a todos los bañistas a quedarse fuera del agua, mientras que lleva a cabo la vigilancia aérea en busca de los escualos. También se han desplegado drones con cámaras para tener un seguimiento constante de la presencia de estos animales.
El Departamento de Parques que gestiona las playas informó que el cierre se mantendrá hasta nuevo aviso, y recordó que «aunque sea un acontecimiento terrorífico, los ataques de tiburones son extremadamente raros».
Este es el primer ataque de tiburón en Rockaway Beach desde 2018, cuando dos niños resultaron heridos leves. La playa, por su cercanía a Brooklyn y Manhattan, es una de las más accesibles para los neoyorquinos, y de hecho se puede llegar hasta ella en línea de metro.