«Nos quisieron enterrar, pero no sabían que éramos semilla»
Konstantinos Dimitriadis (mejor conocido por su seudónimo,Dinos Christianopoulos).
El Impulso, nació un primero de enero de 1904 en Carora, estado Lara, con la clara misión de llevar la información veraz y oportuna a sus lectores sobre los acontecimientos locales, nacionales e internacionales más relevantes.
Durante más de un siglo, se convirtió en uno de los referentes informativos de la región, ganándose el respeto y la confianza de sus lectores.
Como han pasado los años y seguimos recordando el grito del pregonero al despuntar el alba.
—¡El impulsoooooooo!—
No faltaba en la mesa, nuestro «Diario de la mañana», y nos acompañaba en familia junto al cafecito negro.
Hasta que un aciago día, le negaron el papel… ¡Pronto vendrían por los impresos!
Ciertamente fueron días de angustia e incertidumbre…
pero en medio de aquella asfixia agonizante, EL IMPULSO, dio un paso valiente y se atrincheró en las redes sociales, (aunque ya, paralelamente funcionaba con el medio impreso y la plataforma digital).
Y así, en poco tiempo, evolucionó cual alma vieja y se volvió viral…
Este mundo digital supuso una verdadera transformación tanto en su estructura, como en su forma de producir y entregar la información.
Entrar al medio digital no hizo más que reafirmar su compromiso, honestidad y respeto. Adaptándose a los nuevos tiempos, y llegando de forma más eficiente y dinámica a su audiencia.
El paso de El Impulso, de ser un diario de papel a convertirse en El Impulso Digital, fue un hito histórico en su trayectoria que le permitió adaptarse a los desafíos de la era digital, y seguir cumpliendo su misión de informar a la sociedad.
Esta transformación no solo marcó un antes y un después en su historia, sino que también le permitió crecer y evolucionar en sintonía con los cambios del mundo moderno.
No es lo mismo leerlo en pantalla que en el papel. Sin embargo, nos alegra saber que EL IMPULSO, ahora llega al mundo entero, a esos lectores que se quedaron y a los que emigraron también.
Natividad Castillo P. (Natty)
[email protected]
