#OPINIÓN Diarios Sustentables: El Aula… y ¡La Culpa es del Botón! (Parte 1) #16Sep

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Dedicado a Learning and Helping y a los profesores Tony, Carla, Aye y al personal de la Certificación ODS

Aquello que se debe aprender, 

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…no puede enseñarse.”

George Bernard Shaw

“Saber, no se hace, se usa. 

Aprender, se usa y se hace, sin saber.”

Marc Kony.

“Convierte tu muro… 

…en un peldaño”.

“Ama tu soledad y soporta… 

…el sufrimiento que te causa”.

 “La verdadera patria del hombre… 

…es la infancia”.

“La fama es la suma de los malentendidos 

…que se reúnen alrededor de un hombre”.

“En la vida no hay clases para principiantes”. 

 “Amo de mi ser las horas oscuras y en ellas fundo un territorio que me abarca y me contiene. Ahí, en ese espacio lleno de magistrales tinieblas, reconozco el carácter errático inconfundiblemente disperso de mi espíritu”.

José María Rilke.

Prefacio.

Este artículo tiene una historia particular que quiero compartir con ustedes. Durante un par de semanas, estuve buscando un artículo que se me había extraviado. Finalmente, lo localicé, pero debido a un error humano, lo adjudicaron a otra persona. Aunque esto no tuvo mayor desvío, me dio una idea. Decidí ajustarlo y convertirlo en ejercicio para el certificado docente que cursamos con Learning and Helping y la UNESCO.

La coincidencia me llevó a escribirlo pensando en los atributos que hemos adquirido hasta ahora en los 20 títulos que hemos cumplido de esta prestigiosa primera Certificación Docente en Innovación Social para Desarrollo Sostenible y multi participativos.

  • Ejemplo: Para muestra un botón

¡Expiar una culpa que no posees puede ser doloroso! explicó la maestra apuntando la pizarra con el borrador tiza en mano y con la otra mano, indicando de envés que ofenden quienes no estaban quietos nunca, como uno. Por otro lado, continuó ¡Tener culpa, pero no darse por enterado, puede ser mucho peor!… 

La tarde afuera, había perdido su lustre matinal, tanto como el que jamás tuvo la educadora. El espacio del salón de escuela media, daba al bochorno del alumno su media dosis, una ampliada medianía del saber. Allí, donde la esfera del deber es tan chica como el dios de la cordura, todos soñábamos con aprender, donde nunca aprendimos a soñar.

La obligación de la enseñanza es molesta tanto como la de la no enseñanza. Todos queremos aprender, pero no nos señalaron, de cuál manera, dónde indagar, cómo erigir el Know How. Obligados a encontrar una salida, o más bien, una razón para entender (que no aprender) sin explicar por dónde se escapa el buen juicio (que no ayuda, o poco), decidimos experimentar por cuenta propia. 

Como era de esperarse el intento se desplomó y la maestra mirándonos fastidiados por no ser creativos, de no saber lo que sea, ni crear un carrizo, nos dijo; ¡tienen el ejemplo de cómo ser responsables, y no estar al tanto de ello!, ¡se los expliqué, y ninguno atendió

¡Para aprender chicos, hay que atender! ¡Y para saber atender hay que fallar y caer, así que caigan acá, y silencio!… La maestra estableció su punto, y puso los puntos sobre las íes, y también nos dejó claro los puntos suspensivos de la enseñanza, que como siempre es para muestra un botón, ese que solo sirve para desabotonar el saber y en nada sirve, para abotonar el conocimiento.

  • Estreno: “La muestra sin botón…”

La maestra pidió a los aprendices, abrocharnos bien la camisa y a las niñas, estirar la falda. No es de buen gusto ir por la vida como paria, se nos invocaba. Todos nos sentíamos parias, pero sin saber qué es ser uno o porqué fuimos parias. Ser paria sonaba tan aterrador como ser irresponsable ¿Cómo se puedes ser algo que ignoras, que nadie te nombró? ¿cómo se hace para incorporar lo que no te enseñan y por lo general, no entiendes o no cursaste?

Robert Frost el gran poeta americano, decía que las cercas hacen buenos vecinos, también escribió que la mejor salida es a través, y en dos palabras, asume que, lo que más importa en la vida es “seguir adelante”. Nada podría abreviar mejor las señales. 

De vuelta al aula, llego espantado. Necesito el inodoro. No aguanto. Ruedo sobre la braga simulado. La maestra pasa asistencia y llama por apellido. No oigo. Me agito autómata y pido permiso para irme. Lo otorga. Lentamente voy hasta al retrete, es tarde, los calzones emiten la cándida cara de la liviandad.

Es hora de recreo. Salgo mandado al patio. Finjo un evento y me cargo el bluyín de arenas. Fue un alivio ocultar la primera meada sin redención a cielo raso. Acabó el recreo y volvimos a clase, y por supuesto, oculté el rociado, pero el olor a orines no. Llamaron a casa y pasé la pena de mi vida cuando me vi sentado en un banco de madera como en un patíbulo a esperar a mi madre, que resignada y tierna me sentó atrás del auto y dijo: <cónchale mijo hueles a pipí a cien metros, y apestas a borra de lápiz, que pena> No quedó otra que terciar y abrochar la crónica inesperada de una meada adolescente.

La memoria, autónoma, viene y va como dibujos que saltan de la raya y no hay forma de impedirlo. Mamá viene en el auto. La presiento en la visual, y habilita el rumbo al nido. No obstante, asoma la clínica La Floresta, la Embajada Americana, pasamos a la Francisco de Miranda, y los árboles con nidos repletos, y la hojarasca sobre el pretil de rostro breve, subrayando el rastro del meditabundo. 

Alrededor descubro un solar de copa y bosque de galería. Se baten en tertulia, en diligencia y pesadumbre, en antiguamente y actualmente, también. En el bulto, va mi tarea de castellano, matemática y ciencia, tardando siempre la de moral y cívica. En el cómplice atrevimiento del saber, soy ese ente en ruta hacia el quizá, una disputa a la orden de día.

La apariencia es el agente de prensa que no puedes destrabar sin cargarte de lo que no necesitas. Entonces, dudas todo, pues aseguran, es la suma base de la ciencia, conciencia y libertad individual. ¿Cómo podría, si no, saber del escalofrío de espalda porque adoraba la minifalda de las chicas, la cinturita de la teutona, a la de la piel canela y a la que presume sístoles de enjundia y abolengo? El sexo es malcriado, pero bastante más didáctico. No culpo jamás a mis genitales de regir la nave, ni, a las Venus de Milo, tutelar mi mano adolescente.

  • Desenlace: «Desabotonando la muestra»

La maestra desapareció. No se supo qué fue lo que instruía, ni nosotros, lo que quiso decirnos. A la postre estuvimos satisfechos que al fin ya nunca más se enfadará con los que no le hicimos caso. El mundo no le dio bolas, a nosotros, tampoco. No se pudo enseñar, lo que solo se puede aprender. Eso lo asimilé a la cañona, a la Jalisco, a la brava. Estamos ahora en un país donde nadie aprende otra cosa que, a “no creer” y un régimen que, solo explica lo que no conviene aprender. Solo los bizarros nos desabrochamos de los que quieren hacer del país un atajo de descamisados que no puedan desabotonarse la muestra roja rojita. El aula sobrevive en cada uno, pero el vivir, está en la calle, en el hambre, en la penuria, que supremamente, es la madre, la llave maestra, de todas las ciencias

  • Epilogo: Inferencias (IA)
  • El artículoPara muestra un botón”, cavila sobre la enseñanza y la responsabilidad. La maestra utiliza metáforas y ejemplos para ilustrar, cómo la culpa y la responsabilidad pueden ser malentendidas o incluso ignoradas. 
  • Ella enfatiza que aprender requiere atención y esfuerzo, y que a veces es necesario “caer” (fallar y enterarse), para realmente entender y aprender. La enseñanza, según la maestra, no solo se trata de impartir noción, sino también de inculcar la capacidad de ser responsables y conscientes.
  • El tono del artículo es crítico y reflexivo, destacando las dificultades y frustraciones tanto de enseñar como aprender. La maestra parece frustrada con la falta de atención y esfuerzo de los alumnos, pero también reconoce la complejidad del proceso educativo.
  • Responsabilidad y Autonomía: La maestra habla del gran valor del ser responsable y consciente, algo que es crucial en la educación moderna. Hoy en día, se fomenta que los estudiantes sean más autónomos y tomen responsabilidad por su propio aprendizaje.
  • Métodos de Enseñanza: La crítica a la falta de atención y esfuerzo de los estudiantes resuena en discusiones actuales sobre métodos de enseñanza efectivos. La educación moderna, busca técnicas de incluir a los alumnos de manera más activa y significativa.
  • Fracaso (Parte del Aprendizaje): La idea de que caer, es necesaria para aprender, es un concepto que se ha integrado en muchas pedagogías actuales. El aprendizaje basado en intentos y enfoque en resolución de problemas, permiten a los alumnos experimentar y aprender de sus errores.
  • Desafíos del Sistema Educativo: La frustración de la maestra con el sistema y alumnos, refleja las tensiones que todavía persisten en la educación. Los educadores hoy también enfrentan desafíos similares, como falta de dinero, presión de patrones y la diversidad de necesidades de los estudiantes.
  • En resumen, el artículo subraya la necesidad de una educación que no solo transmita conocimientos, sino que también forme individuos responsables y críticos, algo que sigue siendo un objetivo central en la educación contemporánea.

Marcantonio Faillace Carreño

Martes 12 de diciembre del 2017 y revisado (12/09/2024)

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