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Fabiola Rodríguez, de 52 años, trabaja como empleada de limpieza en un colegio público en el estado Miranda. Su sueldo es de 130 bolívares al mes, menos de dos dólares a la tasa de cambio oficial para la fecha de publicación de este trabajo, más el bono de guerra económica (90 dólares) y otros incentivos que ofrece el gobierno a través de la Plataforma Patria. Para Rodríguez, el 1 de mayo era una fecha que esperaba con gran entusiasmo, actualmente, perdió la fe en que haya un anuncio que le permita tener un ingreso con el que pueda satisfacer todas sus necesidades.
“Siempre he trabajado en la administración pública y cuando se acercaba el mes de mayo nos alegrábamos porque nos aumentaban el sueldo, ya no es así, todo cambió para mal, ahora sufrimos porque no aumentan el salario y nos alcanza cada vez menos”, dijo Rodríguez.
El tema del salario mínimo en Venezuela se ha convertido en una cuestión que marca la distancia entre las expectativas y la realidad de millones de trabajadores. Mientras la inflación galopante y la depreciación del bolívar continúan erosionando el poder adquisitivo de los venezolanos, el aumento del salario mínimo ya no se percibe como una solución tangible.
“Un aumento no cambia la realidad del país”
En los últimos años, los anuncios sobre ajustes al salario mínimo han sido vistos con escepticismo por muchos venezolanos, quienes sienten que cualquier incremento es insuficiente frente al costo de vida actual. Adicionalmente la bonificación del salario se ha convertido en la constante en los últimos años y el mayor componente del ahora llamado “ingreso mínimo integral” no tiene impacto en prestacioines sociales, bonos de fin de año, vacaciones ni en las pensiones de los trabajadores que están atadas al salario mínimo.
Es el caso de Julio Colmenares -nombre cambiado por temor a represalias-, quien tiene 43 años y trabaja desde hace 10 años para la estatal Corpoelec. A Julio, como a la mayoría de los venezolanos, no le alcanza el sueldo para suplir las necesidades de su familia. Afirmó que está consciente de la situación económica que atraviesa el país desde hace varios años, por lo que no cree factible que el anuncio de un aumento salarial cambie la situación.
“Si Maduro hace un aumento de 200 dólares eso no va a cambiar la situación del país ni va a mejorar la situación de los empleados públicos que percibimos 130 bolívares más los bonos. La situación es mucho más compleja para todos aquellos que dependemos de un salario”, explicó Colmenares.
En los últimos tres años, el salario mínimo ha permanecido congelado en 130 bolívares, equivalente a apenas dos dólares estadounidenses al tipo de cambio actual. Esto no sólo lo sitúa como uno de los más bajos del mundo, sino que además agrava la brecha entre lo que se percibe y lo que se necesita para subsistir.
Este término “ingreso mínimo integral” fue acuñado por la administración de Nicolás Maduro desde el año 2023 y supone la totalización del monto mínimo que debe recibir un empleado público por su trabajo y que se compone de una pequeña porción de salario más las bonificaciones de alimentación y el adicional conocido como “Bono de Guerra Económica”.
Según lo establecido en el Artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Estado “garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica” que, según cifras del Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) para una familia de cinco personas en el mes de marzo se ubicó en $526,83.
De acuerdo a la organización, una familia necesitó de 17,5 dólares diarios para poder tener acceso a los 60 productos que componen la canasta alimentaria.
Años esperando un aumento real
Para Edgar Fernández, empleado en un reconocido supermercado desde hace siete años, el salario mínimo ya no es visto como un derecho garantizado para alcanzar una vida digna, sino como una “burla”.
“Los empleados venezolanos llevamos años esperando que el salario mínimo nos alcance para cubrir todas nuestras necesidades, es muy triste que no nos alcance ni para comprar un kilo de carne. Yo considero que un cambio de gobierno es la única solución a esta situación”, dijo Fernández.
La debacle del salario mínimo comenzó a acentuarse a partir del año 2013, momento en el que pasaron grandes acontecimientos como la muerte de Hugo Chávez, la caída de los precios del petróleo, el ascenso al poder de Nicolás Maduro y la implementación de políticas económicas que se tradujeron en hiperinflación y devaluación del bolívar.
Desde entonces, los ajustes salariales no han logrado compensar la pérdida del poder adquisitivo, y el salario mínimo ha ido disminuyendo drásticamente en términos reales, llegando a ser uno de los más bajos del mundo.
La depauperación de un anuncio
A continuación un repaso de cómo estaba el salario mínimo desde el año 2013 y como ha desmejorado con el paso del tiempo:
2013: El salario mínimo se incrementó cuatro veces durante el año, pasando de 2047,52 bolívares en febrero a 2973 bolívares en noviembre, unos 66,73 dólares calculados a la tasa oficial de ese momento.
2014: Hubo cuatro aumentos en el salario mínimo, cerrando el año en 4889,11 bolívares unos 40,32 dólares.
2015: El salario mínimo se ajustó en cuatro ocasiones, alcanzando 9648,18 bolívares en noviembre, unos 18.77 dólares al cambio del BCV.
2016: Se realizaron seis aumentos, llevando el salario mínimo a 27092,10 bolívares en noviembre, este monto equivalía a unos 20.01 dólares.
2017: El salario mínimo se ajustó en cinco ocasiones, cerrando el año en 177 507,44 bolívares en noviembre, unos 4.70 dólares.
2018: Este año estuvo marcado por la reconversión monetaria en agosto. El salario mínimo pasó de 3 000 000 de bolívares fuertes en junio a 30 bolívares soberanos tras la reconversión, aunque parecía mucho, el salario era equivalente a 6,19 dólares.
2019: Hubo tres ajustes salariales, cerrando el año en 150 000 bolívares soberanos que equivalía a 6.44 dólares para el mes de noviembre.
2020: El salario mínimo fue ajustado a 400.000 bolívares, junto con un aumento en el beneficio del cestaticket socialista. Sin embargo, este monto equivalía a menos de 2 dólares.
2021: El salario mínimo se incrementó a 7 000 000 de bolívares, A pesar del incremento, el salario seguía siendo extremadamente bajo, con un valor aproximado de 2,48 dólares al cambio oficial.
2022: El salario mínimo fue ajustado a 130 bolívares en marzo, equivalente a unos 30 dólares en ese momento. Y en ese bajo monto ha permanecido congelado.
2023-2025: Durante estos años, no se han decretado aumentos al salario mínimo. Actualmente, el monto sigue siendo de 130 bolívares, lo que equivale a aproximadamente 1,5 dólares al mes en abril de 2025, sin contar los bonos de alimentación y guerra económica.
Lo que se sabe del 1 de mayo
Como todos los años, rumores y noticias falsas van y vienen. Lo que sí es cierto es que el diputado y presidente de la Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional oficialista, Francisco Torrealba, defendió la indexación del salario mínimo y responsabilizó a los Estados Unidos de la situación económica.
“Conscientes como estamos de las complejidades que ha impuesto Estados Unidos con sus medidas coercitivas que han arreciado y que tienen un impacto en los ingresos y de estabilidad de nuestra economía (…) sabemos que el presidente Maduro cuando tiene medio, le da un real a los trabajadores (…) en la medida de las posibilidades, también incrementándose, esperemos los anuncios que hará el presidente”, dijo el pasado 21 de abril en entrevista con Unión Radio.
Torrealba aseguró que “la indexación salarial es una política que se debe mantener, ya que garantiza que no se produzca depreciación del ingreso real integral que perciben los trabajadores”.
Como todos los años, el gobernante Nicolás Maduro convocó a una marcha por el Día del Trabajador y durante su programa televisivo “Con Maduro +” del 28 de abril informó que la concentración se enfocará en exigir la liberación de una niña venezolana retenida en Estados Unidos.
“Vamos a convertir la marcha del 1 de mayo en la gran marcha por la libertad de la niña secuestrada, y por la libertad de todos los secuestrados en El Salvador. La gran marcha del 1 de mayo en Venezuela va a ser por la libertad de esa niña hermosa, que vamos a rescatar para que crezca en su patria y tenga su escuela”, declaró el mandatario, sin hacer ninguna otra referencia sobre el salario mínimo.
Por otra parte, los trabajadores y pensionados del país anunciaron que este 1 de mayo tomarán las calles para exigir un aumento salarial digno, la reanudación de las discusiones de contratos colectivos y la libertad sindical.
“Este 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, la clase obrera venezolana alza su voz en medio de una realidad económica que socava su dignidad y bienestar”, informó José Elías Torres, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), a través de un comunicado.
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