El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que impondrá un arancel del 100% a todas las películas extranjeras que ingresen al país, una medida que, según sus propias palabras, busca proteger la industria cinematográfica nacional de lo que calificó como una “devastación” causada por incentivos ofrecidos por gobiernos extranjeros.
A través de su plataforma Truth Social, Trump afirmó: “Estoy autorizando al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de Estados Unidos a comenzar de inmediato el proceso de instituir un arancel del 100% a cualquier película que llegue a nuestro país y que sea producida en el extranjero”.
El mandatario aseguró que “Hollywood y muchas otras áreas dentro del país están siendo devastadas” y defendió que esta medida responde a una “amenaza para la seguridad nacional”. Según explicó, los estudios y cineastas estadounidenses están siendo atraídos por beneficios fiscales en otros países, lo que a su juicio “pone en peligro la producción nacional de películas”.
Negociación de cara a un acuerdo
La decisión se enmarca en una política arancelaria cada vez más agresiva por parte del gobierno estadounidense. Trump recordó que “la pelota está en la cancha de China”, reiterando que “China necesita alcanzar un acuerdo con nosotros. No tenemos que hacer un trato con ellos”, en referencia a las negociaciones comerciales en curso. La declaración fue leída en rueda de prensa por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Actualmente, Washington ha impuesto un total del 145% de aranceles a productos importados desde China, cifra que incluye un 125% aplicado por la guerra comercial y un 20% adicional anunciado por la administración Trump en respuesta a la supuesta falta de acción de Pekín contra el tráfico de fentanilo, un opioide que ha agravado la crisis sanitaria en EE. UU.
Aunque la Casa Blanca no especificó cuándo entrará en vigor el nuevo arancel a las películas extranjeras, la medida ha generado preocupación entre distribuidores, plataformas de streaming y defensores del cine independiente, quienes advierten que podría limitar seriamente el acceso del público estadounidense a contenidos internacionales.