«Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” Juan 13:15
Para finalizar esta serie que todavía tiene mucha tela que cortar debemos decir que la razón por la cual Dios a través del apóstol Pablo recomienda con mucha vehemencia a sus seguidores esa acción, ese hecho y diera esa orden “Obedeced a vuestros gobernantes”, a nuestra manera de ver tiene lógica. El pueblo judío en general y sus pomposos líderes religiosos basados en la historia pasada en donde Dios les exaltó a lo sumo, hasta lo más alto, con reyes como David, Salomón y otros, siempre anhelaron y creyeron que iban a volver a ser ese pueblo que llegó a dominar y someter al mundo conocido. Por ello, sus rebeliones en contra de los gobiernos imperiales eran continuas. Hasta surgir grupos armados como los llamados Zelotes. Que fueron un grupo judío radicales del siglo I d.C. que se oponían al dominio romano en Judea y promovían la lucha armada para la independencia.
Estos grupos o partidos políticos diría yo, eran conocidos por su fanatismo y disposición a usar la violencia para lograr sus objetivos. Las condiciones se agravaron hasta el punto de que en el año 66 d. C. los judíos comenzaron una revolución contra los romanos, que continuaron hasta el año 73 d. C. Los judíos, sobre todo la dirigencia religiosa y política nunca entendió el sentido que Dios les dio como pueblo suyo sobre la tierra. Siempre se creyeron que sus triunfos en el pasado contra otras culturas eran debido a sus capacidades y a estrategias salidas de sus mentes y aún todavía se creen que son el pueblo elegido por Dios. En realidad lo fue, pero con la muerte de nuestro Señor Jesucristo el privilegio pasó a manos de los cristianos fieles a su Palabra
Dios, en la persona de Jesús viene a este planeta con la intención de salvar la existencia humana y demostrar que la salvación no era política o militar. No era liberarlos de la esclavitud romana y de su poder, sino del pecado. El nuevo pueblo de Dios nacido en paralelo con su primera venida a esta tierra en Belén se les llamó cristianos por cuanto eran y deben ser garantes imitadores del carácter de Cristo. Y lo deja muy claro a lo largo de las ESCRITURAS sobre todo en el NUEVO TESTAMENTO. «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” Juan 13:15. Una instrucción de esa naturaleza “Someteos a vuestros gobernantes” era muy necesaria en los días de Pablo, pues en ese tiempo los judíos estaban muy agitados y ya habían causado, como hemos dicho, rebeliones en diversas partes del Imperio Romano.
“Dejar hacer y dejar pasar” a los cristianos de ahora. Darles libertad para que apoyen o combatan públicamente a dirigentes políticos en sus respectivos países es el caldo de cultivo para desacreditar la esencia del cristianismo que está muy clara con el ejemplo de Jesús. Por ello hoy día es muy fácil que el enemigo de Dios debilite el cristianismo y lo convierta en una vergüenza. Así pone a Cristo en un puesto de minusvalía con su mensaje de paz y amor. Por eso Pablo insta en otros pasajes a los creyentes para que oren y se consagren más aún en mostrar el carácter de nuestro Señor Jesucristo al prójimo, al mundo y así ganarlos para SALVACIÓN. Debo dejar claro que usted que sigue a Cristo tiene libertad de votar , elegir, simpatizar por un candidato X pero no conviene a la causa de CRISTO su parcialización pública y notoria.
“Pablo lo que enseña es, que el poder de los gobiernos humanos es confiado por Dios a los hombres, de acuerdo con el propósito divino para el bienestar humano. Está en las manos de Dios que las autoridades continúen en el poder o caigan. … pues no cree que le corresponde a los cristianos oponerse a ellas ni destituirlas” Comentario Bíblico Adventista. ¡Hasta el próximo artículo Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez