La constancia y el trabajo en equipo de más de trescientos hombres y mujeres han hecho posible lo que parecía un sueño inalcanzable. El pasado viernes 18 de julio, un puente colgante de 60 metros de largo se erigió sobre el caudaloso río Amarillo, uniendo de manera tangible a los estados Portuguesa y Lara. Esta monumental obra, gestada a lo largo de más de cinco décadas, es el resultado de la perseverancia de generaciones.
Richard Isace, guía turístico de la región, fue testigo de este histórico acontecimiento y documentó cada paso de la hazaña.
«Tenían días trabajando en las bases y en los anclajes y este viernes 18, lograron conectar los dos estados», afirmó Isace, impresionado por la dedicación y el compromiso de la comunidad. Las imágenes compartidas por Portuguesa Reporta, muestran una gran cantidad de personas celebrando a ambos lados del río, reflejo de la alegría colectiva por el logro.
El ingenio comunitario y «La Perola»
En la nota difundida, Cirilo Linárez, uno de los habitantes que presenció la culminación de esta obra, compartió su emotiva experiencia.
«Cuando tenía siete años de edad iba junto a mi padre Alejandro Linárez y otras personas como Jonson y Carlos Aguilar, para hacer las bases y poner la guaya para hacer posible el traslado. Hoy tengo 54 años de edad y estoy viendo que se logró», comentó Linárez, evidenciando el legado intergeneracional que representa este puente.
Más allá de su función conectiva, en la publicación señalan que el puente es un símbolo de resiliencia y creatividad. Isace destacó el ingenio de la comunidad al habilitar un peculiar vehículo de transporte sobre el puente, al que cariñosamente han bautizado como «la perola«.
Este ingenioso sistema permitirá el traslado de turistas y residentes, facilitando el cruce del río. Los videos documentados por este medio local resaltan la unión, el trabajo en equipo y el extraordinario ingenio que permitió a esta comunidad superar un reto de envergadura, alcanzando una meta que parecía inalcanzable y que hoy celebra todo un colectivo.