Un sondeo en diferentes laboratorios clínicos de Barquisimeto revela la disparidad en el costo de los análisis de rutina, con montos que pueden cuadruplicarse según el establecimiento.
En Barquisimeto, los ciudadanos enfrentan un nuevo reto al momento de cuidar su salud, el costo de los servicios de salud es un tema de constante preocupación para los ciudadanos.
El recorrido por los laboratorios de la ciudad mostró que el costo de estos análisis básicos puede diferir hasta en un 300% entre un centro y otro, lo que obliga a los pacientes a comparar opciones antes de realizarse cualquier prueba.
Los precios de los exámenes más comunes
El sondeo incluyó siete estudios de rutina, esenciales para el control de la salud:
- Hematología completa: entre $3,50 y $7,22
- Glicemia basal: desde $2,07 hasta $8,72
- Urea: de $2,07 a $8,76
- Creatinina: entre $2,07 y $8,72
- Triglicéridos: desde $2,36 hasta $9,15
- Colesterol: entre $2,07 y $8,54
- Proteínas totales y fraccionadas: de $2,38 a $10,32
Impacto en la economía familiar
La diferencia es considerable: entre el laboratorio más barato y el más caro hay una brecha de casi cuatro veces el precio. Este contraste no solo afecta el presupuesto de las familias, sino que también evidencia la falta de estandarización y regulación en el sector salud privado de la ciudad.
La investigación reveló que el costo promedio de estos análisis en total oscila entre los $30 y $38, la opción más económica se encontró en un laboratorio donde la suma era de $16,52, mientras que una alternativa más costosa alcanza los $61, 47.
Para los barquisimetanos, la comparación de precios permite reducir significativamente los gastos sin dejar de lado el control médico.
Impacto en la salud pública
La alta demanda de exámenes médicos, sumada a la escasez de insumos y reactivos, ha contribuido al incremento de los precios. Además, la devaluación de la moneda nacional ha impactado directamente en el costo de los equipos y reactivos importados, necesarios para la realización de los análisis clínicos.
Los elevados costos de los exámenes médicos tienen consecuencias directas en la salud pública. Muchas personas, ante la imposibilidad de costear estos exámenes, pueden dejar de realizarse controles médicos preventivos o postergar tratamientos importantes, lo que puede agravar su estado de salud y generar complicaciones a largo plazo.
Esta situación también puede llevar a un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas, ya que las personas con enfermedades no diagnosticadas o mal tratadas pueden desarrollar complicaciones más graves.