Jocoso, divertido,lleno de buena vibra y energía; unos minutos cantante, otros músico, y hasta bailarín, así se mostró el cantautor cubano, nacionalizado mexicano, Francisco Céspedes, quien regresó al país luego de 12 años de ausencia para ofrecer dos presentaciones en el BOD- Centro Cultural Corp Banca,Caracas.
En tarima se mostró desinhibido por completo, sin presiones, ni apuros, así se paseó por un repertorio de 20 temas, con el que fue ovacionado por un público que lo escuchó en silencio, cantó con su ídolo, y salió más enamorado.
Antes de lucirse con sus memorables letras, que se pasean por las pasiones y desalientos de las relaciones amorosas, el cantante venezolano Leonar abrió el espectáculo y regaló media hora de su melodiosa voz, colmándolo de aplausos.
“Es primera vez que estoy en Caracas como solista. Me quise venir solo con mi guitarra, aunque tengo mi banda, para presentarles temas de mi primer álbum”, dijo el joven valenciano.
Llegó “Pancho”
A las 8:55 pm. Francisco Céspedes, conocido como “Pancho”, comenzó su repertorio acompañado de tres virtuosos músicos que lo hicieron brillar en escena. Llegó vestido de blanco, con lentes oscuros y boina para comenzar con el tema Que hago contigo. Las palabras serían el aderezo perfecto para su reencuentro con el público venezolano, luego de cada canción siempre habría alguna frase para reír o pensar.
“Buenas noches Caracas, o mejor Venezuela, siempre vienen personas de otras partes. Ahora les cantaré la única canción que he hecho encima de una mujer, sobre la madre de mis hijos, Maryory González, en ese momento ella era todo en mi vida, ya nos separamos, pero sigue siendo alguien muy especial para mi”, cantó Vida,Vida.
Siguió con el tema Parece que, dedicada a una amiga que la de dejó su esposo, y cantó Ya no es lo mismo, entre otros. “Una de mis filosofías, pero no me hagan mucho caso(risas), es nunca regresar con amores pasados, porque es cometer los mismo errores. Pero igual cuando las volvía a ver, pensaba que las iba amar para siempre”, interpretó No pasa nada.
Como un niño jugaba y bailaba por todo el escenario, entre risa comentó: “Estoy más loco después de viejo. Esa es la locura que me produce Venezuela”, el público respondió con aplausos. Contó que hace siete años está solo, “a los cuatro años mi esposa estaba harta de mi, pero nació mi hija Mariana, y la responsabilidad de ser madre, y yo le hice esta canción que me hizo durar seis años más con ella. Así que hombres a portarse bien, como novios y esposos, porque ustedes no saben escribir canciones como yo”, e interpretó Como si el destino.
“Gracias por estar aquí. Mucha gente ya no se acordaba de mi, sé que no soy tan bonito, pero digo unas cosas que no se olvidan. Esta canción que viene la empecé a escribir en 1981 y la terminé hace 10 días”, y se escuchó Muriendo de Amor y luego Nadie como tu.
“La siguiente canción tiene que ver con los tiempos actuales, con ese bollerismo”; se quitó todos los anillos, tomó su guitarra y preguntó el nombre del tema, pues se le había olvidado, ya que se lo había puesto en la mañana en la rueda de prensa, a la cual tituló No mires ventanas abiertas, tema que estaba estrenando.
Una atmósfera completamente romántica reinaba en la sala donde se escuchó Si no fuera por ti, Pensar en ti y Dónde está la vida. “Ahora quiero decirle a todos, lo que crean, y los que no también, que el primero que lo sabe todo es Dios”. Cantó Ella Se Fue y le dedicó el tema Nunca Más a la recién desaparecida cantante Donna Summer.
Sorprendió a sus músicos al dedicarle el tema Presentimiento, y cerró el espectáculo con el éxito Vida Loca. Se puso la mano en su pecho y se retiró, y detrás de las cortinas siguió cantando, e improvisó para despedir su show. “Gracias por venir. Dios bendiga Venezuela. Gracias”, el reloj marcaba las 10:40 pm.
Fotos: Alexis Escámez