#RevistaGala Comiendo saludable: Por el bienestar integral

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Alimentarse bien y acorde a las necesidades nutricionales, debe convertirse en una de las principales tareas, en medio de una jornada demandante de compromisos. Lo más importante es cambiar los hábitos, luego, los resultados comenzarán a notarse, si asume el reto con disciplina y bajo la orientación de especialistas. Acompáñenos a descubrir porque decimos “que no es hacer dieta sino comer saludable” junto a una simpática larense, ganada a la buena nutrición

“Como seres humanos demandamos una gran variedad de alimentos y si no los consumimos, no podemos cumplir con el ritmo habitual de nuestras vidas”, con esta idea, inició Rebeca Venegas una agradable conversación con nosotros, mientras se dejaba sentir el olor de un pasticho saludable y libre de remordimientos, preparado por ella misma en la comodidad de su hogar.

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Rebeca, es especialista en alimentación balanceada y de acuerdo a sus criterios, el único canal para desarrollar adecuadamente nuestras habilidades físicas, mentales, sociales y espirituales, es el de una alimentación amplia y sin limitaciones, que considera el verse y  sentirse bien, en todos los aspectos.

“Muchas veces por alcanzar un propósito físico, eliminamos o descartamos ciertos nutrientes que terminan siendo indispensables para nuestro organismo, por ello, es necesario que cada persona se esmere en cubrir un plato compuesto de proteínas, carbohidratos vitaminas y minerales”, comenta, mientras agrega que el desayuno siempre será la comida más importante del día y como tal, no puede saltarse o eliminarse por completo.

Sin embargo, lo expuesto anteriormente dependerá de los requerimientos de cada persona, pues existen casos donde el régimen nutricional es diferente al acostumbrado y resulta  vital abocarse para cumplir con él, de la mano de expertos.

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Por otro lado, no se trata de comer más, sino comer lo que el cuerpo necesita. En ocasiones se suele consumir más carbohidratos de lo necesario para sentirse satisfecho y este panorama lejos de representar algo positivo, resulta contraproducente. Lo que es cierto, es que se deben realizar cinco comidas al día (desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena)  que se traducirán en un metabolismo acelerado y por ende, en mayor vitalidad y energía para desenvolvernos adecuadamente.

Al despertar no pueden transcurrir más de 45 minutos para hacer la primera comida y luego, cada tres horas, es importante ingerir alimentos. Hay personas que se apegan a una meta física en particular y como tal,

realizan más de cinco comidas al día al igual que aquellos que se encuentran en actividad aún en horas nocturnas, sin embargo, para todo aquel que simplemente desee estar en sintonía con lo que su organismo requiere y que cumpla con una jornada diurna, bastará con las mencionadas anteriormente.

También es fundamental no dejar pasar las horas aún y cuando no se tenga hambre, pues el comer debe ser un asunto disciplinario. “Si tienes o no tienes hambre debes comer, el cuerpo y todos los procesos internos que ocurren en él, así lo requieren”.

Apegados a las leyes de la salud

Para los que se preguntan cómo hacer para mantener la idea de comer saludable tomando en cuenta la agenda diaria y los esquemas estructurados en cuanto a hábitos ya establecidos, Venegas, señala que es importante entender las leyes de la salud y no subestimar a nuestro cuerpo, pues no se trata de prescindir de algo que nos guste, sino versionarlo para poder seguir disfrutando de él, pero de manera más cónsona con un mejor estilo de vida. Además que al versionarlo, lograremos suplir unos ingredientes por otros, que pueden incluso, traer muchos más beneficios para la salud.

Tal es el caso de la lonchera de los pequeños, en la cual se pueden combinar muchísimas opciones a favor de un fin último: proporcionarles la energía que necesitan en sus actividades escolares y extracurriculares, rindiendo al máximo y estando siempre sanos. Por ejemplo, a falta de harina de maíz, la avena puede ser un excelente ingrediente para incluir en el desayuno del colegio, ofreciéndole muchos beneficios entre los que destacan su función depurativa, el control de los niveles de azúcar en la sangre y la proporción de proteínas de gran valor que permite formar nuevos tejidos.

Y al igual que la avena, la batata, el plátano o la auyama, resultan también una atractiva opción como ingrediente principal de las tradicionales arepas, que sin duda alguna, tendrán una repercusión provechosa en el crecimiento de los niños.

“Lo maravilloso de todo es que cuando te involucras con lo bueno, amplias tanto tu mente que te vuelves creativo, descubriendo mil formas de cocinar de manera mucho más sana sin dejar el toque especial que le encantará a nuestros hijos”, comenta Rebeca.

Educarnos en cuanto a lo que debemos comer

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Empanadas de avena horneadas

La educación comienza en casa y la especialista cree fielmente en ello.

Diariamente por complicaciones o simplemente por salir del apuro, solemos consumir cualquier galleta o dulce para calmar el estómago o acompañar esa lonchera de la cual hablamos anteriormente con jugos prefabricados u otro tipo de bebidas, situación que lejos de alimentar, va en declive de un equilibrio pues contienen una gran cantidad de azucares y artificios que no son para nada provechosos.

Todo es cuestión de buscar opciones y educar en lo que debe ingerirse, con cuánta frecuencia y en qué cantidad. Las frutas, los vegetales y las hortalizas siempre serán sumamente necesarios para el crecimiento y el bienestar de todos los integrantes de la familia, si los hacemos a un lado, estaremos desaprovechando el cúmulo de propiedades que tienen para ofrecernos, entre ellos, las que contienen los oligoelementos.

En conclusión, es inducir a una sana alimentación, por supuesto dando el ejemplo, que comienza por los adultos, conscientes de todo aquello que pide nuestro cuerpo.

La importante de hacer ejercicios 

Con respecto a los ejercicios, nuestra entrevistada explica que siempre serán necesarios, ya que de estos dependerá también la vitalidad y el ritmo metabólico. “Un cuerpo que no se someta a una actividad física regular, puede acarrear en consecuencias sumamente negativas para el desenvolvimiento en general, por lo tanto, el ejercitarse debe estar siempre presente e ir de la mano con una buena alimentación”, que por cierto abarca un 90% de un resultado físico, dato importante para todos aquellos dedicados al fisicoculturismo.

Ahora ¿Qué hacer? Pues todo cuenta, desde subir las escaleras o dar un paseo por el parque, hasta combinar diversos ejercicios funcionales. Cada aporte se traducirá en resultados efectivos, así como en el cambio de paradigma en cuanto a lo que somos capaces de hacer, aumentando nuestra autoestima y alejándonos del estrés.

Pasticho de Berenjenas… con un toque de Rebeca

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Ingredientes:

– 1 Kilo de tomates

– 1 kilo de berenjenas

– 1 kilo de carne

– 300g de queso de cabra

– 300g de jamón de pavo

– 500ml de leche ligera

– 2 cucharadas de féculas de maíz

– 2 cebollas

– 2 dientes de ajo

– Nuez moscada

– Albahaca

– Aceite de oliva

– Sal y pimienta negra

Preparación:

Rebana las berenjenas en lonjas y sumérgelas en agua con sal durante 30 minutos. Mientras tanto, precalienta el horno a 200 °C.

Para la crema bechamel ligera: Pica ½ cebolla en juliana y llévala a dorar en el sartén con un toque de aceite de oliva. Agrega la leche ligera junto a una pizca de sal y nuez moscada rallada.

En una taza (250ml)  de leche ligera fría, mezcla dos cucharadas de fécula de maíz y posteriormente añade el resto de la leche a la cocción. Revuelve hasta lograr la consistencia de la crema.

Para la preparación de la salsa: Hierve los tomates, límpialos y tritúralos.

Pica una cebolla, el pimentón y los ajos y llévalos a cocción con un toque de aceite de oliva. Una vez dorados, añade los tomates triturados, incorpora la carne y sazona con sal, pimienta negra y albahaca al gusto.

Arma por capas tu pasticho en una bandeja, comenzando por las lonjas de berenjenas, luego la crema bechamel ligera, incorpora la salsa, el queso, el jamón y cubre con otra capa de berenjenas con rebanadas de queso de cabra para  que se gratine.

Lleva el pasticho al horno durante 20 minutos… ¡Y listo!

“Al adentrarte en hábitos saludables te consigues con una amplia gama de posibilidades culinarias, que van a abarcar todo lo requerido, sin necesidad de gastar tanto dinero”

Instagram: @Edenlightve

 

 

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