La fiscal general, Luisa Ortega, se ha convertido en una auténtica piedra en el zapato para el gobierno, al punto de que Pedro Carreño, diputado chavista pedirá a la justicia evaluar su salud mental, pues cree que podría llevar a Venezuela a una guerra civil.
“Vamos a ir al Tribunal Supremo de Justicia a solicitarle (…) que se conforme una junta médica de expertos, de peritos, psicólogos y psiquiatras que le hagan una evaluación a la señora”, dijo el legislador Pedro Carreño, este lunes al canal estatal VTV.
Carreño consideró que la fiscal tiene una “insania mental” y comparó el caso con el del expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, a quien el Congreso de su país destituyó en 1997 por supuesta incapacidad mental.
Ortega “nos puede llevar a una guerra civil (…), pero también puede generar las condiciones para una invasión extranjera”, afirmó el político.
La jefa del Ministerio Público pidió a Maduro retirar su convocatoria a una Asamblea Constituyente y responsabiliza a militares de violaciones de derechos humanos durante protestas opositoras que dejan 65 muertos desde el 1 de abril.
Debido a ello, altos dirigentes chavistas la llaman “traidora” y la semana pasada organizaron un acto masivo frente a su despacho para exigirle que renuncie.
“Cuando hay un juicio por insania mental, incluso se recomienda la reclusión (…). A esta señora habría que recomendarle la reclusión también”, aseveró Carreño.
Pero un proceso de ese tipo para funcionarios no previsto en la ley venezolana, y en todo caso el Legislativo es el único órgano facultado para destituir a la fiscal, dijo a la AFP la exmagistrada Blanca Rosa Mármol.