Un gobierno cuyo Presidente, e incluso cualquiera de sus ministros, encadena casi todos los días la radio y la televisión nacional y regional, con la finalidad de realizar una permanente una acción de propaganda política a favor de sus dislates económicos, de la defensa de sus funcionarios corruptos, tiene la desfachatez de acusar a la oposición de realizar una campaña mediática para desprestigiar la administración pública y desestabilizar el gobierno.
Cuanto más necesitamos el amor de Dios en nuestros corazones; el amor de Dios para compartir dentro de nuestros hogares con nuestra familia que nos pueda reconocer primero nuestros errores, empezando por nosotros mismos quienes hemos dado la entrega de todas nuestras debilidades seguramente desde nuestros hogares. Nos ha faltado mucho pero mucho carácter sobre nuestros hijos los que mandan; quizás por tantas obligaciones se les ha ido como el agua entre sus manos. Vamos todos a empezar de Nuevo. Primero; en la Constitución el Artículo 8 nos dice muy claro La Bandera, El Escudo y El Himno Nacional es el Mejor Respeto que aprendemos los niños cuando vamos a la escuela, yo también fui una niña que conocí la escuela a los 6 años.
Ninguna forma de gobierno está a salvo del error humano, una de cuyas expresiones políticas más viejas y repetidas es el abuso de poder. La promesa de la perfección es, por definición, falsa. La democracia, consciente de la naturaleza humana sabe de las imperfecciones y diseña un poder distribuido y limitado, repartido en órganos que se equilibran y controlan entre sí. En cambio para la revolución, que siempre se siente en peligro, amenazada, todo vale y eso de los límites son formalismos que debilitan, cuando las fuerzas revolucionarias en el poder libran una lucha que consideran titánica y, obviamente, histórica y trascendente. Por eso es que las revoluciones degeneran tan fácilmente en dictaduras.