La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha dado por concluido el diálogo político con el gobierno de Nicolás Maduro. Y no podía esperarse otra cosa. Entre octubre y diciembre el régimen ganó un tiempo precioso, junto a la desactivación de la presión opositora, y en verdad no entregó nada a cambio.
Si Vito Corleone tuviese la capacidad sensorial de desplazarse de la genialidad literaria y las luminarias del cine, a esta compleja realidad humana, nos diría con avezada seguridad que las mafias no pueden ser atacadas quitándole el poder adquisitivo a un pueblo atormentado de trastornos y sobresaltos.