El 31 de octubre y 8 de noviembre de 1817, el Gobernador del Arzobispado de Caracas, Presbítero Don Manuel Vicente de Maya, dictó resoluciones para que se fijaron los límites de la Parroquia Eclesiástica de Cabudare que se iba a crear, la cual había sido propuesta por el Obispo Mariano Martí en 1785, después de su visita Pastoral a esta región en 1779, según apuntes de la historiadora Yolanda Aris, cronista del municipio Palavecino.
El 11 de octubre de 1851, El Correo de Caracas, en su página I, publicó una nota curiosa que entre otros detalles revela la ausencia de profesionales de la medicina en Barquisimeto.
La devoción a la Divina Pastora en Barquisimeto es una herencia de la orden capuchina. Los misioneros trajeron de Sevilla, España la imagen a comienzos del siglo XVIII, para evangelizar a los indígenas de las llanuras de Caracas y particularmente, a los indios gayones alzados en las sabanas y montañas de Barquisimeto, El Tocuyo, Quíbor y Carora.
La historia cuenta que en 1822 una epidemia de cólera azotó a Angostura (hoy Ciudad Bolívar), por lo que Siegert se dedicó con afán a la investigación de las propiedades de las plantas sudamericanas, creando un medicamento amargo y de sabor particular al cual llamó “Amargo aromático”.
Luego de finalizar las campañas sureñas, Simón Bolívar manifestaba a viva voz su deseo de regresar a la patria ante la llegada de noticias del descontento que reinaba en Venezuela a causa de la inestabilidad política «generada por las ideas antipatrióticas del general Páez», según escribe el historiador Lino Iribarren Celis