Opinion
Con voz propia – Rebelión Libertadora
Planteamientos – Fapuv: la estrategia equivocada
La ciudad como tema – Mismo tiempo, épocas diferentes
Lecturas de papel – Erotismo y política
Entre cardones y flores – Llueve a cántaros
Eponomía de José Ángel Álamo
Blitzkrieg (I)
Bueno para la pava
Reflexiones en positivo – Lo militarizado y lo civilizado
De la Alianza del Pacífico a la OELA
Desdel el Puente – La Constituyente, opción válida
DICTAMEN – El pueblo versus los enchufados
Llueve… pero escampa – La violencia de los ilegítimos
Capitalismo Lunar – Una concesión graciosa
El Rincón de los Miércoles 29/05/2013
El “ventilador” en que se ha convertido el vocero televisivo del régimen (léase Mario Silva) ha puesto en evidencia las luchas intestinas que se libran en el “llamado alto gobierno por las cuotas de poder que le corresponden a cada sector de un chavismo, hoy en pleno proceso de desaparición
Del Guaire al Turbio … Y chícora… y coa
Ventana abierta -Marcha contra el uso del cigarrillo
El valor de la fotografía
Ando analizando el Imperio
Mi sufrida Venezuela
La expresión del teenager – Defensores de derechos humanos
La Red de Instituciones Larenses—¡en acción!
¡Extra!, ¡extra!
Éxodo y revolución
Reflexión – Día de Jacinto Lara
Lectura – La danza
Déjà vu, Río Tocuyo
Un mes y pico de desgobierno
Pensar – Economía virtual: ¿fisión o especulación? (2/3)
Retacitos 27/05/2013
El alto gobierno y el país aún no se han podido reaccionar, mucho menos reponer de las declaraciones atribuidas al hombre de confianza del mandante en el canal del Estado, quien prendió el ventilador con tal fuerza que le echó porquería a todo el mundo, no quedó títere con cabeza, todo el mundo tras bastidores lo comentaba, pero el personaje olvidándose de que hoy no tiene ni dentro ni fuera del partido, donde cobijarse, se fue por la calle del medio y llamó a cada quien por su nombre y apellido, denuncias en las cuales él mismo se acusó de cometer varios delitos, incluyendo el de presunto homicidio, del tiro lo sacaron del programa donde insultó y denigró de tanta gente, por eso dicen que “a cada cochino le llega su sábado”