Las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) 155 y 156 a través de las cuales este organismo asumía las funciones del parlamento nacional, otorgaba al mandatario nacional poderes supraconstitucionales y limitaba la inmunidad de los diputados —fueron, en opinión del expresidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, una demostración explícita de que a Venezuela la dirige un “gobierno forajido”.
La declaración la dio Ramos Allup en una visita reciente a EL IMPULSO durante su estadía en Barquisimeto para asistir a algunos eventos.
“Yo creo que el Gobierno nos hizo un gran favor con este par de sentencias, porque si alguna institución o gobierno internacional le quedada duda que éste es un gobierno forajido, que no hay separación de poderes, y que la Sala Constitucional es un prostíbulo judicial, quedó perfectamente demostrado”, argumentó el diputado.
El hecho de que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, haya dejado al descubierto durante la exposición del balance anual de su gestión que las sentencias 155 y 156 contenían “varias violaciones al orden constitucional y desconocimiento del modelo de Estado” consagrado en la Constitución, en opinión de Ramos Allup; fue una muestra de “las distancias” que ella ha marcado desde hace tiempo respecto a “los atropellos del Tribunal y el Ejecutivo”.
Si Ortega Díaz lo hizo para alivianar la situación es una posibilidad que el parlamentario descarta
“Si lo que querían eran bajar tensiones, las subieron al máximo, porque esto es un escandalazo. Si hubiese querido bajar presiones, ( TSJ) publica una sentencia más bien matizando y poniéndole límites al ejercicio de acciones penales, pero con esto de que se pronuncie el Ministerio Público y que provoque una crisis de Estado como la que está sucediendo fue un escándalo. El Gobierno, si quiso apagar el fuego, lo apagó con gasolina”.
Lo que sí quedó de manifiesto fueron las grietas existentes en las cúpulas del poder, como lo observó el dirigente nacional de Acción Democrática: “Hay muchas diferencias. Tienen intereses cruzados porque todo el mundo está jugando al ‘sálvese quien pueda’”.
Considerada entre las eventuales consecuencias la ejecución de elecciones presidenciales antes de lo previsto, tras las expresiones de rechazo internacional que comenzaron a multiplicarse una vez anunciadas las sentencias 155 y 156, Ramos Allup no lo consideró como una opción.
“Eso depende, ya que mataron el revocatorio, el Tribunal no va a destituir al delincuente que tenemos en la presidencia, no importa que se impute cualquier cantidad de delitos. Habrá elecciones anticipadas si el presidente se muere y yo no quiero ni mencionar esa palabra para que no digan que estoy preparando un magnicidio. Además, quiero que el presidente tenga larga vida y salud para que pague después de que deje la presidencia todos los delitos y las vagabunderías que ha cometido. Pero como no va a renunciar, como no se produjo el revocatorio, las elecciones anticipadas tendrían que ser consensuadas y él no va a convenir ningunas elecciones anticipadas porque se va a aferrar al poder hasta el último día para ver dónde va esconder los reales que se ha robado y a ver si negocia con algunos factores de la oposición cierto perdón”, repuso a la pregunta sobre la posibilidad de que los últimos acontecimientos en torno a las decisiones del TSJ desembocaran en comicios adelantados.
Presión internacional
Venezuela está instalada en los temas de discusión de instancias internacionales y eso es un factor de relevancia en estos momentos, recordó el parlamentario. Especialmente, por las sesiones del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Fue enfático en negar que la aplicación de la Carta Democrática devenga en intervención militar extranjera porque ningunas de las sanciones lo contempla, “pero sí (incluye) presiones internacionales para que un Gobierno forajido retome el camino de toda legalidad”, resaltó.
Cuestionó que desde la Cancillería de la República se insista en definir el mecanismo como una injerencia : “¿Cómo puede ser injerencia que recurras a un organismo al cual formas parte, cuya afiliación aprobaste por ley, que tiene un ordenamiento jurídico como la Carta Democracia Interamericana también aprobada por un tratado y por una ley, que es supraconstitucional”. Eso sumado a que el fallecido presidente Hugo Chávez aprobó en su momento, la ejecución de la Carta contra Paraguay, citó como ejemplo.
“El mundo se le puso chiquitico (al Gobierno venezolano) en la comunidad internacional. Todo el mundo sabe lo que está pasando aquí, un país cuyo vicepresidente lo señala la justicia internacional, no solamente la estadounidense, de corrupto y narcotraficante. La tragedia de estos tipos es que no pueden meter un pie en aguas internacionales porque los ponen preso.s. Yo les digo vamos a hacer los siguiente, vamos a comprar un boleto de ida y vuelta a cualquier parte del mundo, que no sea Bolivia, Ecuador, Nicaragua e Irak y nos vamos los dos a ver quién regresa. Tú puedes comprar el boleto nada más de ida porque el de vuelta lo pierdes”, sentenció.