“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene” Prov.25:11
Entramos al mes de diciembre, el mes más bonito del año. Si, a pesar de… Y es el más bonito, por cuanto nos da la oportunidad de allegarnos más a Dios. Trae a nuestra vida, algo que había quedado bien lejos en los avatares por los cuales hemos pasado durante este año: el amor perdonador de Dios a través del unigénito Jesucristo. Por ello, no vamos a perder la oportunidad de presentar temas que nos van a ayudar en nuestra vida diaria en este mes.
Vital es saber, que Dios nos dio la capacidad para elegir y tomar decisiones. Por ello, en la mayoría de los casos depende de nosotros establecer nuestros estados de ánimos. Y el texto bíblico habla por sí solo. Les cuento. Sandra, es una joven señora que se acercó al asesor espiritual de su iglesia y le planteó la difícil situación por la cual estaba pasando su matrimonio. Estaba abatida, por cuanto su esposo solo tenía palabras de crítica y cuestionamientos para ella. Aquel hombre no veía nada positivo, siempre asumía una pose de desdén y eso la había sumido en un estado depresivo. Es posible que este hecho se esté repitiendo hoy en la vida de alguien en esta época del año y eso es terrible.
El consejero entonces, logró concertar una entrevista con Joe, el esposo, y le hizo saber la situación que pasaba con su esposa. Sorprendido, pudo entender y se mostró ganado para colaborar. Fue así como el consejero le hizo una simple recomendación. Le dijo que anotara en un papel 10 cualidades positivas que él veía en su esposa y le agradeciera a Dios por ellas. Que lo hiciera dos veces al día en oración. Una por la mañana antes de salir y otra al regresar del trabajo a su casa por la tarde-noche. Lo cual aceptó de buen gusto, debido a que realmente estimaba su matrimonio.
Joe, comenzó a priorizar las cualidades positivas de su esposa. Cada día agradecía a Dios por las actitudes y conductas que más le agradaban y apartó las críticas, los cuestionamientos que le hacía por aquellas que le molestaban. Decidió trabajar con su mente, sus pensamientos y solicitar la ayuda de Dios. Pronto, se dio cuenta que su esposa estaba cambiando. El estado depresivo como se encontraba iba desapareciendo y se mostraba más alegre y afectuosa. Y a medida que él seguía agradeciendo a Dios, ella crecía en respeto propio y motivación. Para la gloria de Dios, con una sencilla “fórmula”, Sandra pudo salir de su estado depresivo y se salvó su matrimonio.
Amigo y amiga, si todos pudiéramos agudizar nuestro intelecto y meditar más en la Palabra de Dios cuando dice: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”Mat.7:12. Realmente la vida sería más agradable. Las relaciones interpersonales fueran hermosas y edificantes. Eliminaríamos situaciones diarias que agobian nuestra existencia. Solo un poco de gratitud será suficiente para expandirla y que otros sean impactados por ella. Dios insiste y persiste. “La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra”. Prov.12:25. “El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” Prov. 15:23. En estas navidades, propicia es la ocasión mis apreciados para meditar en esto y ponerlo en práctica. ¡Hasta el martes Dios mediante! Próximo artículo: “San Nicolás y la Navidad”
