Rodilla en tierra es una posición en la que se flexiona una pierna hacia adelante y la otra hacia el suelo colocando la rodilla allí.
Se utiliza comúnmente en la milicia para dar estabilidad al apuntar contra objetivos y abatir enemigos en el campo de batalla.
Obviamente ésta expresión la utilizó hace poco el oficialista Diosdado Cabello para manifestar que se mantendrán junto al Presidente Hugo Chávez Frías defendiéndolo y preparados para disparar o arremeter contra los demás en caso de ser necesario.
El parlamentario afirmó que la oposición no tiene derecho a «truncarle el futuro a Venezuela» y señaló que si no reconocen los resultados de las elecciones presidenciales, «el pueblo saldrá a la calle rodilla en tierra, fusil al hombro y bayoneta calada para defender el triunfo de la Revolución».
Pero de manera contradictoria subrayó que el único que garantiza la paz y estabilidad en el país es el propio Chávez, y que si la oposición, que somos la mayoría de los venezolanos no los dejamos soñar, tampoco nos dejarán dormir.
¿Podrá Chávez garantizar la paz y estabilidad en el país con un fusil al hombro y una bayoneta calada? Querrá decir que si pierden las elecciones del 7 de octubre los votos se convertirán en balas por aquella arcaica sentencia de que ¿no volverán?, o sea, sí o sí.
La expresión encierra una especie de amenaza para mantener aterrada a la población en el sentido de que el lenguaje de las armas es el mejor ingrediente para que “los majunches” no regresen.
De verdad, los seguidores del mandatario deberían reaccionar ante esta frase humillante, pues quedaría más elegante decir que los chavistas lo acompañarán hombro con hombro, más no arrodillados como esclavos ante su amo, es decir, que la rodilla en tierra no sería para disparar sino para tener más de cerca la bota que van a besar.
El periodo más peligroso probablemente será el de después de las elecciones, con independencia del vencedor, pues los niveles persistentes de violencia tienden a minar la entrega del poder a un sucesor o cualquier otro arreglo transicional.
La violencia política se mantiene en Venezuela como una amenaza latente, pero de cara a los comicios presidenciales de 2012, «ese equilibrio frágil podría desmoronarse», advierte un informe divulgado recientemente por el Grupo Internacional de Crisis (ICG), una organización independiente con sede en Bruselas y oficinas en varias ciudades del continente americano.
El ICG es una organización internacional no gubernamental y sin fines de lucro dedicada a impedir y resolver los conflictos violentos en todo el mundo mediante análisis hechos en el terreno y la presentación de argumentos en los niveles más altos.
La rodilla en tierra con bayoneta calada la tiene la delincuencia que cada media hora asesina a una persona en Venezuela», violencia «arraigada» en la sociedad del país por una serie de factores entre los cuales se cita «la presencia del crimen organizado», «un número enorme de armas de fuego en manos de los civiles», la impunidad y la «corrupción» de la policía.
“Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos” dice la Biblia. Tras escribir estas palabras, el sabio rey Salomón señaló que hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para edificar y un tiempo para derribar, e incluso un tiempo para amar y un tiempo para odiar.
La esperanza de los demócratas venezolanos radica en que, si para la petición del referendo se lograron recoger más de tres millones de firmas a pesar de que tuvieron que hacerlo abiertamente y bajo la represión, entonces, en una votación secreta se podrían obtener los más de siete millones de votos que se necesitan para derrotar a Chávez.
Además, los tres millones de votos obtenidos por Henrique Capriles Radonski en las primarias golpearon en la línea de flotación al equipo rojo-rojito, y son un claro anuncio del inevitable cambio que viene.
Entonces si el oficialismo pone rodilla en tierra con bayoneta calada, sólo a Dios se la colocará la oposición como un acto de sumisión, acatamiento y veneración. Del otro sentido, sólo será el gesto del esclavo que se arrodilla ante el amo.
¿Están dispuestos Chávez y los chavistas a aceptar la derrota? Cualquiera que sea la respuesta, lo cierto es que gane o pierda, sólo cabe pedir y esperar que Dios salve a Venezuela.
