En horas de la mañana de este viernes fueron localizados los cadáveres de dos adolescentes en las instalaciones del vertedero de Pavia.
Los muchachos de 14 y 16 años habían salido este jueves a las 4 de la tarde de sus casas en el barrio Las Tinajitas sector 3, a guardar un caballo negro y una yegua blanca, propiedad del mayor de las víctimas, en un solar cercano adyacente a la Circunvalación Norte.
Desde entonces sus familiares los perdieron de vista y los estuvieron buscando durante toda la tarde y noche pero ningún vecino o amigo les aportó información por desconocer sobre el paradero de ambos.
Los procuraron en el ambulatorio, policía, hospital y otras instituciones, pero los esfuerzos resultaron en vano.
Según lo comentado por la prima de uno de los jóvenes, en las afueras de la morgue del hospital Antonio María Pineda, de nombre Kelimar Vargas, los muchachos eran amigos, juguetones y de carácter tranquilo. El mayor era el dueño de las bestias y las poseía desde hacía tres años. Igualmente se dedicaba a la cría de chivos y ovejos en la zona de La Vigía en la vía a Pavia.
Presume que a los menores les quisieron robar los animales la tarde del jueves y al oponer resistencia los asesinaron con tiros de escopeta. La yegua también presentó un disparo rasante y fue encontrada cerca de los cuerpos sin vida.
La prensa no tuvo acceso al vertedero de basura por órdenes superiores. Hasta el lugar se acercó una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas para realizar el levantamiento de los cadáveres.
Llanto y dolor
Escenas aterradoras y conmovedoras de llanto, dolor, impotencia y tristeza se confundían en horas de la mañana en las afueras del departamento de anatomía patológica del hospital Antonio María Pineda.
Las humildes familias no se resignaban a la trágica y prematura partida de los muchachos.
Aseguraban que no tenían enemigos y que por el contrario eran muchachos serviciales, trabajadores y honrados.
El joven de 16 años había cursado estudios hasta segundo año de bachillerato cuando decidió por el oficio de criar y vender animales, mientras que el adolescente de 14 años ayudaba en un negocio comercial en la zona de Las Tinajitas.
Fotos: Ángel Zambrano