El Flaco y Tribilín… – Sin Tregua

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Nada demuestra más el enorme impacto de la contundente movilización de pueblo del domingo pasado acompañando a Henrique Capriles Radonsky  a inscribirse ante el CNE, que las reacciones de despecho de la cúpula rojo rojita. Unas, como las del canal 8, tratando de minimizar la multitud y el éxito político y las otras de “dirigentes” que acusando el impacto de la multitud, de la juventud y energía del Flaco, como le dice el pueblo, de su insistencia en unir a Venezuela, buscaron un “argumento” del cual aferrarse: “Es que habló muy corto”. Puro despecho, pues.
El histórico discurso de Winston Churchill, que inspiró la resistencia del pueblo inglés, de “sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas” ante el apabullante avance nazi en la Europa de 1940 duró apenas ¡5 minutos! sirva el dato para rebatir la bufonada de algunos oficialistas despechados que para sacarse el guayabo critican que el flaco no hablara 3 o 4 horas. No les gusta tampoco que el flaco no apele  a “ideas profundas” como “cochino, majunche, escuálidos…”
Luego, allá ellos con su despecho. Algo tienen que decir para no caer en la “depre” que suele venir después de los guayabos. Y es importante que vayan asimilando el impacto porque eso lo va acoplando a lo que el pueblo decidirá el 7 – O. ¿Será que de “verdaíta” se creían las encuestas de Jessie Chacón y las compradas?
Venezuela necesita un Presidente con la juventud, la experiencia de gestión pública y la energía para enfrentar con éxito el reto de sacar el país del atraso y el estancamiento. Para asumir personalmente la conducción de la lucha por vencer la inseguridad y hacerlo, además, con criterios modernos, con sensibilidad social. Para enfrentar el reto de superar la pobreza y no solo de “taparla” con limosnas. Para abrir el camino de una economía con inversiones, para que haya empleo de calidad y productivo. Impulsar el sistema eléctrico nacional para que haya calidad de vida y los apagones no sean la regla. Que construya viviendas de verdad, no maquetas ni apartamentos con paredes de cartón.
El Flaco muestra esa energía y esa juventud. No es un buey cansado y enfermo como “Tribilín” – que así se hace llamar, el mesmo – repitiendo el mismo estribillo fracasado. Lo que Tribilín no supo hacer en 14 años teniendo tanto dinero, tanto poder y tanto empuje, no lo va a hacer ahora que no hace más que repetirse a sí mismo, prometer las mismas cosas y anunciar lo mismo que anunció miles de veces para luego hacer…nada.
El Flaco, además, tiene con él la Unidad. Detalle importantísimo. Un gobierno de Unidad Nacional, plural, democrático. No uniformado. Lo que hoy es el chavismo, derrotado el 7 – O cabe en el país, eso romperá con el esquema de odio y división sobre el que se ha cimentado el poder político despótico de hoy.
Todo eso se mostró con fuerza el domingo pasado. La Unidad es muy poderosa como idea. Igual que el cambio. Muchas veces engañaron al militante y simpatizantes de Tribilín diciéndoles que no habría Unidad y que no habría primarias, que al día siguiente cada candidato iba a coger por su lado. Les mintieron. Como siempre. La semana pasada, Jorge Rodríguez y Cabello decían que la MUD no inscribiría al Flaco. Volvieron a mentir. La desesperación los lleva a cometer todos esos errores.
En el acto de Tribilín a mitad del discurso ya no quedaba en la plaza ni la mitad de la gente que habían llevado. ¿Acaso es muy aburrido y repetitivo el discurso de Tribilín? ¿Están hartos de escuchar prometer lo que no hizo en los 13 años anteriores? ¿Se retiraron temprano por temor al hampa? ¿Se fueron tan pronto como aflojó la vigilancia con las listas porque asistieron bajo presión? Una mezcla de todas las opciones anteriores, cree uno que no es malpensado.
Uno sale de esta jornada de inscripción de Tribilín ante CNE con más entusiasmo del que ya tenía el domingo cuando inscribimos al Flaco, porque la calle es del Cambio y de la Unidad, de la gente que se propone hacer una Venezueladel siglo XXI, superando este pasado que hace rato representa Tribilín.
Importante, además, que haya podido aguantar las 3 horas de discurso. ¿Dónde se meterán los que hablaban la noche del domingo de las “ideas profundas”? Quedó claro que dijo menos, mucho menos, que el Flaco en 17 minutos. Un discurso vacío, de consignas simples, repetidas, nada del programa de gobierno que tanto anunció. Algunos insultos y descalificaciones, como siempre. Mucho perorar sobre la patria aunque la “revolución” y él la destruyan.
Y, para coger palco. Un signo de los tiempos y de que la candidatura de Tribilín es el pasado, lo viejo y lo gastado: ¿Quién lo presentó en la tarima? Nada menos que un dinosaurio: José Vicente Rangel Vale. ¡Que diferencia! al Flaco lo presentó Erika de la Vega, bella, joven, fresca y talentosa. Del cielo a la tierra, pues.

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