El futbolista brasileño Roberto Carlos, exlateral derecho del Real Madrid y de la selección de Brasil, que jugó sus dos últimos años en Rusia, puso punto final a su carrera, confirmó el miércoles por la noche el Anzhí Majachkalá.
El campeón del mundo en 2002, que fichó por el equipo ruso en febrero de 2011, no volvió a jugar desde marzo, cuando colgó las botas provisionalmente para asistir al técnico holandés Guus Hiddink.
“Roberto fue un jugador de clase mundial, pero desafortunadamente ya no volverá a jugar”, dijo Hiddink, exseleccionador de Rusia, que se unió a las filas del Anzhí en febrero.
“Roberto desempeñará un papel en la entidad para mejorar el nivel de juego en la región de Daguestán y el resto de Rusia. Debemos entender que la carrera de un futbolista se termina en algún momento. Roberto Carlos inicia una nueva etapa tanto en su vida, como en el club”, añadió Hiddink.
El futbolista brasileño, de 39 años y considerado uno de los mejores laterales izquierdos de la historia, declaró que estaba planeando un partido de despedida contra su antiguo club, el Real Madrid.
“Tuve una reunión con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y hablamos de un partido entre el Anzhí y el Madrid. Tenemos que poner una fecha que vaya bien a ambos clubes, me gustaría que mi despedida fuera en Majachkalá”, sentenció Roberto Carlos.
El propietario del Anzhí, el multimillonario magnate Suleiman Kerimov, afirmó el año pasado que quería que el jugador carioca fuera el embajador mundial de la entidad rusa.
Roberto Carlos, dos veces ganador de la Copa América, jugó 125 partidos con la selección brasileña y disputó los Mundiales de fútbol de 1998, 2002 y 2006.
El futbolista dejó el equipo nacional después de recibir críticas en Brasil en el último de los tres Mundiales en que estuvo presente por permitir que el francés Thierry Henry marcara el único gol en los cuartos de final de la competición que significó la eliminación de Brasil.
Formado en el club União São João, el jugador se hizo un nombre durante los tres años que jugó en el Palmeiras. Posteriormente, fichó por el Inter de Milán una temporada y más tarde por el Real Madrid, club en el que jugó 11 años.
Tras su paso por el club blanco, Roberto Carlos pasó una temporada en el Fenerbahçe turco antes de poner rumbo a su Brasil natal para enrolarse en las filas del Corinthians.
