La principal meta que se planteó la gerencia de los Guaros de Lara para la temporada 2013 de la Liga Profesional de Baloncesto fue obtener el campeonato.
Para ello, trabajaron en mejorar la estructura criolla y potenciar la importación.
El resultado ha sido contar con una estructura más profunda y que sólo espera por el pronto arribo de José Martínez, la incorporación del dominicano Jack Michael Martínez y la resolución de los casos de Pablo Machado y Leo Berroterán.
El equipo entrenado por Scott Fields se mantiene en dobles sesiones de trabajo diario en el Domo Bolivariano de Barquisimeto que han comenzado a todo tren en el aspecto físico. A medida que el número de jugadores ha crecido, los trabajos específicos en lo táctico para defender y atacar se ha incorporado al menú de estas prácticas con el aporte de los asistentes Derrek Baker, Carlos Gil y Cruz Salcedo.
José Martínez podría arribar antes del fin de semana, tras concluir su participación en la Liga Nacional (LNB) con los Guácharos de Monagas, en tanto que aún no se ha determinado qué pasará con el centro y capitán Pablo Machado, quien no ha sido convocado a entrenar pero tampoco ha sido negociado a otro quinteto. En esa misma situación está Leo Berroterán, quien ha sido puesto en el mercado.
Tomás Morris, gerente deportivo, de los rojinegros, se planteó el reto de ampliar el personal criollo disponible de cara a 2013, en virtud de que será una campaña de mayores exigencias por la cantidad de partidos y con la esperanza de ofrecer mejores armas y experiencia al cuerpo técnico.
Las llegadas de Rafael Guevara y Robert Yriarte llenan los vacíos dejados por Francisco Sanabria y Jackson Zapata, pero es quizás en la zona pintada donde se plantea más la duda acerca del equipo. Con Pablo Machado presente, la carga de minutos de Kervin Bracho no sería tan pesada y, además, se dependería menos de Jack Michael Martínez y Doug Thomas para la toma de los rebotes.
Sin Pablo en el quinteto, un eventual cambio que le involucre tendría que significar el arribo de otro jugador que al menos juegue el puesto cuatro o sea un centro natural, lo cual no abunda en el material criollo disponible en el país. Es por ello que la directiva podría inclinarse por su continuidad, si se subsana aquello que mantiene al dorsal 18 ausente.
Robert Yriarte es un jugador que intriga por su capacidad para aportar defensa, rebotes y un tiro de media distancia en evolución. Su juventud y la de Freddy Toro intrigan al cuerpo técnico, que desea sacar lo mejor de ellos desde ya.
En una hipotética ausencia de Machado, la exigencia en ese tiempo en cancha sería mucho mayor para ambos, más aún porque tendrían que ser escuderos de Bracho y cubrir la baja del lesionado Deivis Añanguren, un alero y ala pívot muy polivalente.
La conducción está en buenas manos con Heissler Guillent y René Farías, Guevara y Edgar Lugo pondrán los triples y el juego rápido y José Martínez y Carlos Morris le otorgan estabilidad al puesto de alero como complementos de Hassan Adams y John Millsap.
El caso de Leonardo Berroterán aún no se ha cerrado, pero es conocido que quintetos como Bucaneros de La Guaira, Panteras de Miranda y Guaiqueríes de Margarita tendrían interés en contar con él. Los insulares están obligados a dejar que Douglas Chiquito se marche y tendrían voluntad de conseguirle casa en la zona occidental. Guaros podría estar a punto de darle los últimos retoques a su estructura antes de salir al ruedo.
Foto: Luis Salazar/Archivo
