El psiquiatra Roberto De Vries en EL IMPULSO: En el país hace falta un proyecto integrador

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Atractivos, simpáticos y líderes era la percepción propia del venezolano hasta junio del año 2012, cuando estas características generales cambiaron, según los parámetros que ha medido durante los últimos 30 años el equipo liderado por el médico psiquiatra y sexólogo Roberto de Vries, quien visitó la ciudad.

El motivo de su visita fue la conferencia: “El nuevo venezolano: realidades y retos”, que dictó en la Sala Alternativa Juan Carmona del Diario EL IMPULSO, con el auspicio del Aula Abierta al Ciudadano, de la Fundación Sociedad Amigos de Barquisimeto (Fundasab) y el Rotary International, un evento dedicado a la memoria de María Hortensia Zapata, quien durante 32 años perteneció a esta casa editora y a raíz de su desaparición física dejó un gran legado para el periodismo regional.

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Roberto De Vries fue recibido por los arquitectos Juan Manuel Carmona, director del Diario EL IMPULSO, y Alicia Feaugas de Carmona, directora de la Fundación Juan Carmona; acompañados de los profesores Magaly de Pantoja y Héctor Pantoja, representantes de Fundasab.

Ruptura de esquemas

“Los concursos de belleza también influyeron en la percepción que teníamos los venezolanos, inclusive, cuando ganó Alicia Machado hubo una ruptura de esquemas que impactó en la psiquis general”, indicó el psiquiatra.

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Como características negativas se encontraban la baja memoria y la dificultad para conceptualizar.

“Cuando yo le pregunto a alguien qué es la solidaridad queda paralizado, porque no sabe expresarlo con palabras, al igual que cualquier otra concepto que le pidamos”, explicó De Vries.

Términos como escuálido o fascista se han implantado en la sociedad, pero sin que las personas lo sepan definir ni llevar el verbo al cerebro, por ello, se consiguen debates sin argumentos en vez de diálogos productivos.

Nuevo venezolano

Ahora bien, los cambios generaron un nuevo venezolano que ahora está caracterizado en la parte positiva por adaptabilidad, iniciativa e inteligencia.

“Estas características pueden ser tomadas para bien o para mal. Nuestros jóvenes menores de 35 años tienen la capacidad para adaptarse y tener equilibrio en situaciones nuevas; son emprendedores, tienen iniciativa para innovar y son inteligentes”, indicó.

Sin embargo, esta inteligencia en su mayoría la han utilizado a beneficio propio y no del colectivo, estar del lado del poder para satisfacer necesidades personales, no dirigidas a la población.

Sigue la desmemoria

Mientras que las negativas continúan la desmemoria, la baja disciplina y la baja tolerancia o no aceptación del otro.
Gobiernos, hechos, situaciones buenas y malas, todo es olvidado por el venezolano.

“Incluso hice un blog muy bonito pero que fracasó, porque el objetivo era compartir recuerdos y memorias entre los venezolanos, pero aunque tuvo muchas visitas nadie escribía”, contó De Vries.

Es un miedo a recordar y compartir las memorias que persisten en los venezolanos.

Nuevo liderazgo

Venezuela dejó de ser un país de niños, la edad promedio se ubica en los 28 años, y esos adultos jóvenes son quienes tienen el poder para desarrollar el país, para hacer los cambios pertinentes y formar un liderazgo que promueva una verdadera inclusión, integración y una conexión comunicativa, tendencias que desean todos los venezolanos.

Explicó que todos podemos estar incluidos en el sistema venezolano, pero no por ello estar integrados a los diferentes programas que existen o en el hecho de participar con ideas en los cambios importantes.

“Esto forma parte del bono generacional que tenemos a nuestro favor. En este punto sabemos que tenemos 20 años para desarrollarnos como país”, expresó De Vries.

Ubicatest

Roberto De Vries ideó un cuestionario para conocer cómo se percibe el venezolano dentro del contexto colectivo, al cual llamó: Ubicatest.

Son diez ítems que ha aplicado en varios grupos del país.
Por ejemplo, en la pregunta sobre el manejo de las situaciones, del número el 1 al 10, la media se encuentra por encima del cinco, porque ante casi cualquier circunstancia salen adelante con aplomo.

En cuanto al dominio de sí mismo, De Vries explicó que los venezolanos también se encuentran por arriba de la media, puesto que no reaccionan de manera efectiva ante lo indeseado o lo que desea cambiar.

Un término que quiso incluir fue “Exteligencia”, que definió como el nivel que tiene la persona para aceptar, entender y utilizar el producto de las inteligencias de otros para su propio beneficio, un punto en el cual también resaltan muchos venezolanos.

Una de las puntuaciones más bajas que ha obtenido en el “Ubicatest” se refiere al nivel de conciencia en los valores trascendentales que no cambian ni con la experiencia, el tiempo, el espacio y la ciencia, referido a la ética, un punto en el cual todos debemos mejorar.

Sobre la utilización de recursos, es decir, el nivel de gerencia de la vida propia que ha logrado la personalidad en base a lo que ha tenido y logrado, una gran parte opina que ha sido exitosa, sin embargo, aún esperan más.

A pesar de todo lo bueno y malo de los venezolanos en la actualidad, falta un proyecto integrador, y entre los grandes problemas como país se encuentra la ausencia de valores, poca o ninguna confianza en los demás y una ruptura de las instituciones bases de una nación.

Liderazgo interdependiente

El compromiso es un lazo conciente, voluntario y revisable que los venezolanos deben retomar en su accionar para poder generar cambios.

Roberto De Vries indicó que la forma de producir estas reformas debe ser mediante una participación activa en los partidos políticos, ser militante en el bloque que cada persona prefiera, pero hacerlo, porque sin materializar las intenciones la evolución será nula.

Detalló que Venezuela es uno de los países con mayor emprendimiento, pero a la vez con mayor fracaso, porque estas iniciativas en vez de ser promovidas son castigadas.

“Se requiere un líder interdependiente, es decir, alguien que haya tenido logros y éxitos, pero es capaz de reconocer los triunfos de los otros. En la actualidad no tenemos un liderazgo que cumpla con esta característica”, dijo De Vries. Señaló que el grupo de jóvenes , entre 20 y 35 años, con iniciativa, adaptables e inteligentes requieren de una guía que no sea represiva, pero tampoco tan autónomo que pueda dar la impresión de querer explotar al otro.

“Tenemos a un grupo egoísta y egocéntrico”, señaló.

La búsqueda es hacia seres dadivosos, altruistas, características olvidadas en el venezolano actual, como también en sus líderes, porque aunque algunos lo pregonan, en lo tangible o en sus acciones no muestran estos valores básicos para el desarrollo humano y social.

Fotos: Ricardo Marapacuto

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