Andrés Cañizales: Podrían presentarse diferencias entre diversos actores oficialistas

-

- Publicidad -

A Maduro, si es electo Presidente, le tocará tomar medidas económicas que no van a ser populares. Es diferente administrar en la abundancia -como le tocó a Chávez- que hacerlo con la escasez de recursos derivada del elevado déficit fiscal

No está descartada la posibilidad de que, a largo plazo, en el propio seno de las fuerzas armadas o entre los civiles del gobierno surjan disconformidades

- Publicidad -

Chávez estuvo muy consciente del poder de su palabra. Existen varios elementos para que el Presidente pase a ser un símbolo político importante

Hugo Chávez siempre estuvo muy consciente del poder de su palabra y su conexión con los sectores más pobres de la población. Comprendió cabalmente el impacto de los medios, especialmente los radioeléctricos. Y se obsesionó por tener constante presencia en la televisión. De allí que se haya convertido en un gran fenómeno de masas, cuyo liderazgo es reconocido, no sólo por oficialistas sino también por sus adversarios.

Al hacer tal afirmación, el profesor Andrés Cañizales, quien estudió la cualidad mediática del desaparecido jefe del gobierno nacional y escribió un libro al respecto, manifestó que tenía obsesión por una constante presencia en la televisión.

- Publicidad -

Analiza que Chávez desarrolló la mayor capacidad para hacerse sentir desde el 4 de febrero de 1992 hasta el 2007, año que marcó un antes y después en su período político porque, al perder la propuesta de reforma constitucional, su discurso comenzó a desgastarse.

A seis días del anuncio del deceso del Presidente que intentó edificar aquello que llamó y defendió como el Socialismo del siglo XXI, Cañizales hace una mirada retrospectiva hacia la evolución del discurso de este barinés que saltó a Miraflores con una altísima popularidad que intentó mantener, a costa de lo que fuese necesario.

Símbolo político

-¿Cómo está siendo proyectado Hugo Chávez hacia la inmortalidad?

-Creo que Chávez tiene varios elementos para pasar a ser un símbolo político importante. Uno, murió relativamente joven porque tenía menos de 60 años; dos, falleció en el ejercicio del poder; tres, fue un triunfador porque en las elecciones donde hubo que decir si él seguía o no en la Presidencia, después de haber sido electo por vez primera, todas las ganó; y cuarto, tuvo una conexión emocional con el pueblo.

Si algo lo caracterizó, probablemente, no fue hacer una buena gestión como gobernante, sino tener una empatía y un carisma político que lo conectaba de forma muy clara con los sectores populares.

Así ha quedado demostrado con la masiva manifestación de personas, especialmente de pobres, que han querido despedirlo en capilla ardiente, haciendo espera de varias horas en las adyacencias de la Academia Militar.

Ha sido ésta una demostración de fervor popular despertada por Chávez en los sectores desposeídos, comentó el profesor Cañizales. Más allá de que sus programas sociales hayan sido eficaces o no, ha estado en juego el aspecto simbólico, su capacidad comunicativa y el hecho de que los sectores populares pasaran a ser reconocidos por el líder.

Esos factores van a contribuir, en corto plazo, a que la figura de Chávez sea enaltecida junto con una estrategia gubernamental para lograrlo. Una cosa va de la mano con la otra.

-¿Cómo piensa que se comportará el chavismo sin Chávez?

-A corto plazo se mantendrá la unidad del chavismo por el dolor, la pérdida del líder y tomando en cuenta que las últimas palabras de Chávez fueron: “Apoyen a Maduro”. Ese es un mensaje muy directo y fuerte para los seguidores.

Estimo que a mediano plazo pueden presentarse diferencias entre diversos actores, incluso en el propio seno de la Fuerza Armada Nacional o entre los civiles del gobierno. La razón es muy sencilla: a Maduro, si es electo presidente, le tocará tomar medidas económicas que no van a ser populares. Es diferente administrar la abundancia -como le tocó a Chávez- que hacerlo con la escasez de recursos por el déficit fiscal.

El impacto de los medios

-Usted estudió la faceta de Chávez como Presidente mediático y así lo dejó establecido en un libro que ha escrito ¿Qué nos puede decir al respecto?

-Chávez fue una persona que comprendió cabalmente el impacto de los medios, especialmente de los medios radioeléctricos. Se obsesionó por tener presencia en la televisión, al punto de haber acumulado miles de horas como nadie en el mundo. Su programa “Aló Presidente” y las cadenas de radio y televisión que se producían en cualquier momento, e inclusive durante las transmisiones de juegos de béisbol o novelas, fue para hablar de su gestión. Aún más, hacía transmitir sus reuniones de consejo de ministros como un show.

Pienso que no fue una cosa casual o accidental, sino parte de una estrategia central de su proyección como Presidente y de su propia naturaleza.

Cuando relataba sus anécdotas, como por ejemplo que estando en la Academia Militar era la persona que animaba los concursos de belleza, el bingo, los actos culturales, demostraba que siempre tuvo una propensión muy alta a estar en la escena pública y, obviamente, en todo momento utilizó su histrionismo.

Desde el mensaje muy breve, pero tan contundente, del 4 de febrero de 1992, cuando apareció en televisión luego de la intentona militar contra el Presidente de la República, marcó la vida política. Ahí aparecía, no tanto como una persona que se estaba rindiendo, aunque lo estaba haciendo; sino que comunicacionalmente transmitía otra cosa.

Desde ese momento hasta el 8 de diciembre de 2012, que fue la última alocución suya cuando se despidió para trasladarse a Cuba para su cuarta y última intervención quirúrgica, Chávez estuvo muy consciente del poder de su palabra y de la capacidad que tenía para conectarse con los venezolanos, especialmente con los más pobres, haciendo uso desmedido de la plataforma de radio y televisión.

Mensajes repetitivos

-¿Cree que esa conexión logró que los asistentes a cualquier acto corearan “cadena, cadena”, para que su intervención interrumpiera las programaciones de las televisoras?

-Pasamos por varios momentos. Al mirar en retrospectiva, el presidente Chávez del año 2006, cuando fue reelecto, y de los primeros meses del 2007, tuvo, sin duda alguna, mayor capacidad de que sus mensajes tuvieran un impacto muy alto.

Después de la derrota que sufrió en el 2007, cuando fue rechazada la reforma constitucional, paulatinamente fue perdiendo cierta fuerza, aunque mantenía primacía. Se fueron realineando los factores de oposición y sus mensajes comenzaron a verse más gastados, más repetitivos, con alta incidencia en los sectores populares, pero con menos capacidad de ampliar su influencia; es decir, que una parte importante de la población rechazaba su mensaje.
-¿Se pudo determinar la baja de sintonía del Aló Presidente?

-Yo me dediqué a hacer un análisis de los contenidos de buena parte de las alocuciones del presidente Chávez y pude comprobar que su mensaje terminó siendo repetitivo, dándole vuelta sobre las mismas cosas y, probablemente, en algunos momentos cansó también a sus propios seguidores.

Eso hizo que antes de que saliera del aire por sus problemas de salud, el programa Aló Presidente no tuviese unos altos niveles de audiencia. La gente entraba y salía del programa, pues, ya no veía u oía las cinco horas ininterrumpidas, sino que cambiaba de canal y, de alguna manera, estaba el Presidente con una presencia que no calaba con tanta fuerza como al principio.

Composición:

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

Michael Douglas se inspiró en el billete de 100 dólares para protagonizar a Benjamin Franklin en una miniserie

Al cruzar el Atlántico rumbo a Francia en octubre de 1776, Benjamin Franklin tenía 38 días para contemplar su misión casi imposible: persuadir a la monarquía absoluta francesa de Luis XVI para que financiara una naciente república americana. La suerte de una nación dependía de su éxito.
- Publicidad -
- Publicidad -