#Opinión: Judas y el Infierno. Autor: William Amaro Gutiérrez

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Reflexión

Judas y el Infierno

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En el marco de la llamada Semana Santa, quisiéramos hacer una interesante reflexión con relación a este personaje y a ese lugar que tanta angustia ha traído a la humanidad. El Infierno. Por cuanto, es triste saber, como el desconocimiento ha llevado a la humanidad, por el camino del sufrimiento y la angustia sin razón. Creer que Dios tiene apartado un lugar donde se van a quedar los hijos malos, para ser torturados con fuego por toda la eternidad es horrible. No tanto porque exista, por cuánto no existe, ni existirá tal cual como lo explican algunos cristianos, sino creer, que un Dios cuyo carácter es amor, tenga esa sorpresita para sus hijos que salieron desobedientes.
¿Cómo es posible concebir, que el Señor Jesucristo, que es el mismo Dios, después de lavar los pies a Judas, con tanto amor, con la esperanza se arrepintiera, lo va a confinar en un lugar tan horroroso por la eternidad? ¿Que “ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él crea no se pierda más tenga vida eterna”, coloque un lugar de tortura para los de mal comportamiento? Eso es de locura. Es la consecuencia de no estudiar La Biblia con oración y mente abierta. Dejar que otros le expliquen, sin indagar. Es el resultado de no “escudriñar las Escrituras”. Son secuelas de leer textos sin su debido contexto. De no llegar a la exégesis de las palabras, lo cual es determinante. Y sobre todo, que otros piensen por Ud.
Es como si un padre descubriera que su hijo cometió una travesura. Que quemó su televisor, por ejemplo, y decide darle correazos todo el día sin parar. ¡Eso es absurdo!. La vida de Cristo es una perfecta revelación del carácter de Dios. Por tanto, no debe caber en la mente, que un amor como el del Señor Jesús pueda tener un lugar de castigo como ese. Sería negar que el Diablo sea destruido y que Dios lo vaya a dejar para que cuide el infierno. !Por favor! Muchos invocan el acontecimiento bíblico del rico y Lázaro. Pero eso es una parábola donde Jesús da una lección a los fariseos. No es literal.
Dios sí hará justicia, como dice la Biblia. Los impíos y quienes les traspasaron, quienes no le acepten como su salvador personal. Los que dicen que le siguen y le aman y no dan frutos de ese amor. De arrepentimiento verdadero a través de la obediencia. Los que le rechazaron y lo siguen rechazando. Todos aquellos que llevan una vida doble, de engaño y autoengaño, deben saber que Dios traerá toda obra a juicio, por muy oculto que esté en su mente. Esos serán consumidos por el fuego eterno. Pero no porque el fuego va a durar para siempre. Son las consecuencias eternas que traerá. Su error será por la eternidad. No resucitarán para vida sino para sufrir la segunda muerte. Es allí donde está la confusión. El amor de Dios se expresa en que serán consumidos como estopa. Así sí lo dice la Biblia. De manera tajante, terrible y contundente. Pero hay promesa para los fieles.
«Viene el día ardiente como un horno. Y todos los soberbios, todos los malhechores serán estopa. Y ese día que está por llegar los abrasará, y no quedará de ellos ni raíz ni rama —dice el Eterno Todopoderoso. Pero para vosotros que respetáis mi Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá sanidad. Y saldréis y saltaréis como becerros de la manada”. «Hollaréis a los malos, que serán ceniza bajo la planta de vuestros pies, en el día que yo haga esto —dice el Eterno Todopoderoso. Mal.4:1,2, 3.!Serán ceniza! !Tremendo! ¿No?
!Esa es la verdad! El Diablo y todos quienes le siguen en desobediencia y rebelión serán consumidos por el fuego de Dios. Desaparecerán por la eternidad. «No existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí»; «serán como si no hubieran sido» (Sal. 37: 10; Abd. 16).
“En tanto que para los impíos Dios es fuego consumidor, para su pueblo es un sol y un escudo (Sal. 84: 11). El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de la maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado” E. de W. ¡Yo digo Amen!
La justicia de Dios se basa en su gran amor por los impíos y pecadores. Con dolor serán exterminados. Pero será una muerte rápida. Con angustia previa sí. Pero nunca los dejará torturando en un lugar para la eternidad, y menos, custodiado por el Diablo. ¡Hasta el próximo martes, si Dios quiere! “Biblia, libro mío,… tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos.» Gabriela Mistral.
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William Amaro Gutiérrez

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