Según el economista Aníbal Peña, con el Sicad (Sistema Complementario de Administración de Divisas), el más grave problema es que, sea cual sea el límite del monto de divisas a subastarse, el gobierno nacional no tiene dólares, por lo cual tendrá que recurrir al endeudamiento, incluso externo. “El gestor del Sicad es el Banco Central de Venezuela y su proveedor de divisas es el Fonden y los créditos externos. Sin embargo, esta fuente no ofrece suficientes fondos para la cantidad de dólares que se van a manejar. En un principio se contemplaba un rango entre tre mil y cinco mil dólares para las personas naturales, y hasta el pasado jueves se comentaba que podía llegar hasta 30 mil dólares y que no habría problemas de límite, pero desde este viernes se ha específicado nuevamente en la normativa del BCV que las personas naturales podrán adquirir entre 2.500 y 3.000 dólares, consignando copias del rif y la cédula de identidad ante la entidad bancaria que va a tramitar la solicitud, tras haberse registrado en el Rusicad. Esto lo hace la mayoría de los interesados, aunque entre el jueves y el viernes ha sido difícil para muchos registrarse a través de la página Web habilitada para tal fin por el BCV, a pesar de que debe hacerse según un cronograma determinado por el último dígito de la cédula de identidad”, explicó el experto.
Por otra parte, recordó que el precio de las divisas en estas dos primeras subastas puede llegar a 14 bolívares. “De ser así, todo lo que se subaste por encima de los 6,30 bolívares, es una devaluación, y esa diferencia irá a un fondo especial que será manejado por el propio presidente de la República. Es decir, serán ingresos extraordinarios para la nación. Esto es problemático para las personas jurídicas y naturales, porque con una divisa a 14 bolívares, se piensa que el precio de 6,30 se mantendrá para alimentos y medicamentos, mientras que las divisas para los demás artículos serían adquiridas mediante subasta. Si esto es así, se incrementará la inflación, ya que la diferencia entre 6,30 y 14 incidirá en los costos de las empresas”, destacó Peña, añadiendo que para quienes traigan productos terminados, la balanza de su precio debería ser en base a costos calculados con una divisa a 6,30 bolívares, pero si el comprador adquiere la divisa a 14 bolívares, el costo estará basado en este precio.
“Con esto, el índice inflacionario podría ascender a 40% a final de este mes, debido también a que ya tenemos un acumulado, en los primeros seis meses de este año, de 25%”, advirtió.
Sin embargo, dijo el economista, las subastas del Sicad podrían ser una buena política. “El problema es que la diferencia entre 6,30 y 14 bolívares se traduce en utilidades cambiarias para el BCV, que a su vez pasan al Ejecutivo nacional, ya que éste es el único accionista del BCV. Esto sería perfecto, si el dinero que se obtuviera por encima del precio oficial, el cual sería gestionado por Nicolás Maduro, se invirtiera en gasto de capital, porque de esa manerá se podría ayudar a reactivar el aparato productivo, siempre y cuando se cambie el modelo político, porque si Maduro continúa con el mismo modelo de Hugo Chávez, esto no tiene vida. Estamos en un supuesto de que si ingresa un excedente por devaluación al BCV, éste no debería destinarse a gastos corrientes. Aun así, ya fue confirmado que los fondos generados cubrirán gastos sociales. Ahora, cuando el empresario adquiere dólares a 12 ó 14 bolívares, y como el monto obtenido va a gastos corrientes, los bolívares vuelven a la calle y la liquidez aumenta”, concluyó Peña.
