La ciudad como tema – Calidad del salario y calidad docente

Aunque parezca inaceptable, existe una relación directa entre la calidad académica  y la calidad del salario que recibe el docente. La docencia es un trabajo como cualquier otro: los mejores en cualquier profesión suelen ser tambien los mejor pagados. El docente puede trabajar un tiempo por amor al arte, como un entretenimiento de jubilados, como un peor es nada en tiempos de crisis, o porque otorga cierto status, etc. Pero casi siempre un docente mal pagado termina por ser tambien un mal docente, incluso contra su voluntad pues tendrá que dedicar el tiempo que debería dedicar al estudio a la consecución de otros ingresos, y eso puede hacer la diferencia entre un docente mediocre y uno excelente.
Un docente tiene las mismas necesidades materiales que tiene cualquier profesional pero las necesidades espirituales suelen ser superiores. Una de ellas tiene que ver con la sed de conocimientos y la pasión por enseñar que en los docentes se espera que sea superlativa. Un buen docente sabe que no debe conformarse con apenas estudiar lo que le exige el programa. Esto implica hacer cursos, comprar libros y revistas especializadas y tiempo extra para estudiar la materia, reformular las clases,  reunirse con sus colegas para hablar de su trabajo, explorar la internet, escribir, etc. Por donde se mire, todo son gastos no compensados si el salario es menguado.
Son muchos los profesores que trabajan por horas, 2-3 horas semanales. Ellos no pueden ver la docencia como la principal fuente de ingresos, sino como una actividad marginal, interesante si se quiere, pero marginal y que merece apenas la atención suficiente, no mas de eso. Además de un bajo salario, si la institución educativa donde trabaja no estimula su desarrollo, no le da oportunidades de realizar cursos de formación o si su formación adicional no se reflejara en mejores ingresos, considerará como una pérdida de tiempo y dinero formarse más allá de lo que le pagan pues un buen curso de postgrado suele costar varios millones.  Ir a un congreso de especialistas implica gastos; publicar una tesis, fotocopiar un libro, hacer un viaje para investigar un tema, etc. se hacen imposibles sin un importante apoyo institucional y financiero. Y para esto es necesario que el Estado tenga no solo la inteligencia para entender esto sino tambien la voluntad de apoyar financieramente a sus docentes. Como dicen los mejicanos: “Ud. hace como que me paga y yo hago como que trabajo”.
Hay universidades que entienden claramente que su misión fundamental es ayudar a que el país progrese con más y mejor conocimiento y hacen lo posible por formar a su personal,  enriquecer las bibliotecas, en sostener revistas que publiquen los trabajos de sus profesores y los estimulen a investigar. Todo esto se va al traste cuando no cuentan con suficientes recursos financieros para cumplir con su misión.
Un bajo salario da al traste con el relevo generacional, un asunto de vital importancia: en todo el mundo desarrollado los mejores estudiantes y los graduados que tienen las mejores experiencias pueden convertirse en profesores para formar a la siguiente generación. Si eso no ocurre, no hay futuro brillante.
Quien investigue cómo fue como Japón y China dieron un salto adelante en un momento en que eran subdesarrollados encontrará que, entre otras cosas, acentuaron la inversión en educación y en formación de los profesores, enviaron a los mejores a hacer estudios en el exterior y a su regreso les pagaron bien. No bajaron el nivel de exigencia académica, lo aumentaron. Cuando los estudiantes oficialistas acuden a los tribunales para que estos exijan el reinicio de actividades académicas, en el fondo están diciendo que están conformes con la baja calidad de la docencia y que esta debe mantenerse así.
Pagar mal a los profesores y discriminarlos políticamente es una manera de asegurar que nuestro futuro no será bueno. Por ejemplo, en materia de arquitectura y urbanismo, los profesionales no estarán a la altura de los retos que presentan nuestras ciudades y eso afectará la calidad de vida de todos nosotros.

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