Detenidos de Las Clavellinas recrudecen huelga de sangre

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Este jueves recrudeció la huelga de sangre iniciada el miércoles por los 18 privados de libertad que se encuentran recluidos en la Estación Policial Las Clavellinas, al noreste de Barquisimeto, parroquia Santa Rosa.

La huelga, que consistió en cortarse brazos y piernas con objetos contundentes, tuvo justificación por parte de los detenidos respecto a la presunta negativa de un grupo de funcionarios de trasladar hasta un centro de salud a uno de sus compañeros que expresaba presentar un fuerte dolor abdominal dentro de esa comisaría.

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Familiares se acercaron a la sede policial y dijeron que los detenidos tuvieron que producirse heridas y así lograr finalmente que los uniformados sacaran al enfermo, pero muchas horas después, pese a que se trataba de una emergencia.

Sin embargo, cuando ayer pensaron que todo había retornado a la calma, al acudir a la referida estación policial se encontraron con otra sorpresa.

En esta oportunidad la visita correspondiente al día jueves, en el horario comprendido de 1:00 p.m a 3:00 p.m estaba suspendida, al parecer, por órdenes de la fiscal 13 del Ministerio Público, en materia penitenciaria, y con esta circunstancia prohibido el ingreso de alimentos.

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Este hecho desató la tensa calma que tenían los privados de libertad quienes se exaltaron otra vez y procedieron a infringirse nuevas heridas en miembros superiores e inferiores.

Al Hospital Antonio María Pineda fueron trasladados, esposados, Ronald Sequera (22), Edgar Hernández (34) y Anderson Álvarez (21).

Familiares expusieron que el resto se negó a que los sacaran y ellos mismos pasaron a la comisaría para limpiarles las heridas con alcohol y algodón.

“Nos cortaron el agua y la luz”, gritó uno de los presos cuando lo llevaban en la patrulla para el hospital. El grupo de madres y padres de estas personas criticaron que nunca hay una patrulla para el traslado de los detenidos hasta los tribunales, pero inexplicablemente aparecen como moscas en situaciones como estas. Se supo que en horas de la tarde se les permitió a los familiares el pase de comida.

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