A votar pensando en Venezuela

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A la memoria de Jack Pérez Viacava, dedico

Pensé, en este último artículo antes de las elecciones del próximo domingo 8 de diciembre, hacer un llamado, imperioso, patriótico, venezolano y de profunda fe en el porvenir de esta patria, a votar en las elecciones municipales previstas para ese día. Nadie puede quedarse indiferente ante la situación de dramática agonía que vive Venezuela y ese día podemos demostrar que quienes nos oponemos al régimen somos mayoría. Pero mi ánimo recibió un fuerte impacto producto del doloroso accidente del martes 26 de noviembre, en el cual además de varios heridos, muere, en uno de los varios carros involucrados en el accidente,  una joven madre que viajaba con su hijita de sólo 7 meses y muere en su camioneta,cuando iba a su finca a trabajar, un gran amigo,abogado, ex-Juez Superior, ex-Juez Rector del estado Lara, dos veces presidente del Colegio de Abogados de esta entidad,  excelente esposo y padre de familia y hombre  muy querido en toda la colectividad barquisimetana, el Dr. Jack Pérez Viacava.
Absurdo el accidente que se llevó prematuramente a Jack a la eternidad. Ese hecho es consecuencia indiscutible del caos general que  está viviendo Venezuela. No existe explicación alguna que justifique semejante accidente. Lacera el alma lo ocurrido en la carretera Barquisimeto – Acarigua el martes 26. Conocí a Jack cuando yo era todavía un niño. Ambos vivíamos en La Concordia, yo lo veía improvisar juegos de pelota junto a jóvenes de la época y sentía envidia por aquellos muchachos. Eran todos mayores  que yoyme gustaba soñar que algún día los igualaría. Cuando regresé  de Caracas recién graduado de abogado, por sugerencia de varias personas me acerqué a Jack para oír su experiencia de los años que ya llevaba ejerciendo la carrera. Tuve la fortuna de estrechar amistad con él, quien era entonces, junto con otro muy recordado y apreciado amigo, también  fallecido, Ricardo Hernández Alvarez, consultor jurídico del Concejo Municipal de Iribarren. Fueron muy enriquecedoras las conversaciones que mantuve  con Jack, siempre dispuesto a ayudar y a orientar. Más tarde, ya en sus tiempos de Juez Superior, me correspondió un par de veces ser juez asociado con él en  causas en las que demostró su pulcritud, su veteranía y su gran sabiduría. De nuevo aprendí mucho de él en ese par de ocasiones. Puedo y debo decir, como testimonio ante las nuevas generaciones de abogados y jueces, que Jack fue un hombre de absoluta y escrupulosa honestidad. Nadie se atrevió hacerle nunca un planteamiento deshonesto porque sabía que Jack no solo lo rechazaría, sino que quien lo hiciera se arriesgaba a un grave problema. Nadie con poder político se atrevió tampoco amedrentarlo o chantajearlo, su actitud frente el poder fue de total independencia y autonomía, era un hombre probo y de criterio propio. En las dos oportunidades que fue candidato a presidente del Colegio de Abogados voté por él y siempre sentí satisfacción de haberlo hecho, sus gestiones son recordadas como de un gran espíritu gremial, solidario con todos los abogados más allá de inclinaciones políticas, ideológicas o religiosas. Dejó obra hecha a favor de todo el gremio.
En nuestras últimas conversaciones percibí a Jack preocupado por el futuro de Venezuela. Cada vez que coincidíamos en algún evento me comentaba lo mal que veía al país y en particular al Poder Judicial. Me alentaba a continuar escribiendo y opinando. No desistas me dijo una vez. No se me olvida haber leído u oído, un discurso de Jack sobre la Virgen María. Tengo idea que fue con ocasión de la instalación de la Academia Mariana de Venezuela, Capítulo Lara, en el cual invocó, como juez que era, aquella hermosa advocación a la Madre de Dios que la llama “Espejo de Justicia”. Ella, María, la Divina Pastora, de quien Jack fue fiel devoto, habrá recibido a este buen hijo suyo en la morada definitiva a la cual iremos todos. Se cumple en Jack la letra del Salmo: “La memoria del justo es eterna, no teme ser condenado.” Descanse en paz el alma de Jack Pérez ViacavaMi amigo Jack no me perdonaría que no llamara a votar este 8 de diciembre. Por eso mantuve el título original de estas líneas. Esta es la hora definitiva de la patria, sin el concurso de sus mejores hijos perderemos a Venezuela y un esfuerzo, una pequeña  cola o grande que sea, en un centro de votación, es lo mínimo que  podemos darle a la patria de quienes se fueron preocupados por ella, de quienes estamos acá todavía,  de nuestros hijos y nietos que la desean mejor. A votar pensando en Venezuela.

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