La maratónica segunda etapa de la Vuelta al Táchira quedó en manos de un corredor de la casa: Jonathan Salinas. El ciclista del Kino, en señal del buen momento por el cual atraviesa, aprovechó un ligero ascenso que estaba a escasos metros de la llegada para dejar atrás a los rivales con quienes viajaba en la punta de carrera y entrar victorioso en el sitio de meta, con lo que, además, atrapó la camiseta de líder.
Ante una buena cantidad de público y acompañado por el “baño” de un sol radiante, tan “calcinante” como el del la jornada previa, Salinas le ganó un bonito duelo a un estelar del pelotón latinoamericano como el colombiano Félix Cárdenas, dos veces ganador de la principal carrera por etapas de su país, a quien superó por apenas un segundo. Tercero ingresó el también lotero Jimmy Briceño, otro que da señales de estar en buenas condiciones físicas.
Fue un trayecto duro, por terreno quebrado, de sube y baja, y que además se hizo bajo elevadas temperaturas, tanto en suelo barinés como en territorio tachirense.
Esos eternos 220 kilómetros entre Socopó y Táriba los completó Salinas, ganador en la llegada del giro andino a su casa natural, con tiempo de 5 horas, 29 minutos y 31 segundos.
Gran demostración de Salinas, quien, pese al largo trecho recorrido y el natural desgaste, tuvo arrestos para lanzar un ataque final que no tuvo respuesta con la misma intensidad del colombiano Cárdenas.
En contraparte, como era de esperarse, el italiano Rino Gasparrini, un ciclista con cualidades para el terreno plano, perdió la rueda de los punteros en los kilómetros de cierre, lo que le hizo ceder la condición de líder.
Eso sí, el Trevigiani italiano volvió a colocar uno de los suyos en posiciones importantes durante la llegada, toda vez que Matteo Busato logró colarse en la novena casilla.
De su lado, José Rujano, gran favorito para ganar la carrera, llegó a la meta con el grupo principal, a cinco segundos del vencedor, y continúa cerca de los puestos cimeros, a la espera de la quinta porción, en la que está programada la llegada a La Grita, primer examen de importancia para los corredores aspirantes a la corona.
La extensa fracción estuvo marcada por una fuga para el recuerdo de Maky Román, protagonista de una aventura en solitario de más de 100 kilómetros que le hizo copar la escena durante un largo rato.
El de Capacho, campeón de la Vuelta a Bolivia 2012, ganó los últimos tres premios intermedios de velocidad, en los kilómetros 86, 120 y 163, además del primer paso de montaña (178), pero el enorme esfuerzo, sin ayuda de ningún tipo, le pasó factura y lo llevó a perder terreno paulatinamente, sin que la gente del paquete posterior, en la que no colaboraban los loteros, hiciera una persecución a fondo.
Tras la cacería, Lotería hizo un contraataque con varios corredores, aunque al final impuso condiciones con Salinas en la llegada a Táriba.
La tercera etapa, este domingo, en la enferiada San Cristóbal, depara el tradicional circuito de las avenidas España y 19 de Abril, sobre distancia de 115 kilómetros y partida a las 9 y 30 de la mañana.
