Miles de opositores y oficialistas marcharon pacíficamente el miércoles en Caracas y otras ciudades, tras los violentos incidentes ocurridos la víspera en la ciudad de Mérida cuando motociclistas encapuchados dispararon contra transeúntes y universitarios dejando un saldo de al menos tres heridos de bala.
Universitarios e integrantes de la oposición marcharon por algunas avenidas del norte de Caracas para protestar contra los problemas que agobian a los venezolanos, entre ellos la creciente delincuencia, en la primera gran protesta que enfrenta el gobierno del presidente Nicolás Maduro desde que asumió en abril del año pasado.
La protesta de los opositores se realizó de manera separada a la marcha que hicieron varios miles de oficialistas en el centro de la ciudad para conmemorar el bicentenario de la batalla que protagonizó un grupo de jóvenes por la independencia de Venezuela.
En otras ciudades como San Cristóbal, Valencia, Mérida, Puerto Ordaz, Barcelona y Maracaibo también la oposición realizó marchas que se desarrollaron de manera pacífica.
«Maduro no se va el 12 de febrero, como la revolución no se va», dijo el miércoles el mandatario venezolano al rechazar las protestas de los opositores y el llamado que hicieron algunos sectores adversos al gobierno sobre la salida de Maduro.
El mandatario fustigó con dureza a los opositores durante una concentración oficialista en el norte de la capital y los acusó de estar promoviendo una marcha de «muerte y sangre».
«Ha rebrotado en Venezuela una corriente nazi fascista que quiere llevar a Venezuela a la violencia. Aquí lo que va haber es paz y prosperidad», agregó.
En alusión a uno de los promotores de la protesta opositora, el dirigente Leopoldo López, el mandatario dijo, sin mencionar su nombre, que había un «fascista enloquecido que se la pasa con una sobredosis de odio; pero él manda a los muchachos a ejercer violencia y destrozo, pero él no da la cara porque es un cobarde».
Maduro lució irritado durante algunos momentos de la concentración debido a los problemas de audio que tuvo durante su discurso.
El mandatario criticó las acciones violentas en Mérida y dijo que en esos actos fueron implicados grupos de encapuchados que simulaba ser un grupo oficialista.
Maduro indicó que había ordenado a la fuerza armada, las policías estatales y los gobernadores y alcaldes oficialistas «no caer en provocaciones y no responder a la violencia con más violencia».
La organización no gubernamental Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos cuestionó la limitada cobertura que dieron las televisoras locales a las marchas, especialmente la opositora, y dijo en su cuenta de Twitter que «mientras en la televisión venezolana se informa poco de las marchas, las mismas tienen amplia difusión en canales internacionales».
El organismo regulador del sector de las telecomunicaciones criticó la víspera la cobertura que dieron las televisoras a las protestas de los últimos días y advirtió que los que incurran en violaciones de la ley serán sancionados.
El martes dos jóvenes y una mujer mayor resultaron heridos de bala durante los enfrentamientos en Mérida cuando motorizados dispararon para tratar de contener a universitarios que exigían la liberación de cuatro estudiantes detenidos la semana pasada, indicó Carlos García, alcalde de Mérida.
García dijo a The Associated Press en entrevista telefónica que los motorizados salieron en varias avenidas de Mérida «con armas de manera abierta e impunemente generando una situación de caos… dispararon, rompieron vidrios, hirieron a varias personas».
El alcalde, que pertenece al partido opositor Primero Justicia, cuestionó la actuación de la policía y los militares durante los incidentes y dijo que «ante esa situación los cuerpos de seguridad del Estado prácticamente (estuvieron) en silencio».
Algunos opositores han denunciado, sin mostrar pruebas, que los motorizados estarían vinculados al oficialismo.
Durante los últimos días universitarios han realizado protestas callejeras en Mérida, Caracas y otras ciudades contra la inseguridad y para exigir la liberación de los cuatro estudiantes detenidos en la ciudad occidental de San Cristóbal tras participar en manifestaciones.
El gobernador oficialista del estado Mérida, Alexis Ramírez, dijo a la prensa que un contingente de 160 guardias nacionales fue enviado a Mérida para garantizar la seguridad en la ciudad. El gobernador responsabilizó a la oposición de los hechos violentos.
