Ante la suspensión del diálogo de la oposición con el gobierno, el presidente de Copei, Roberto Enríquez, señaló que no se puede participar hasta que se cumpla un acuerdo que beneficie al excomisario Iván Simonovis. «La mesa no puede avanzar hasta que se cumpla lo acordado, es un pésimo presagio que no se honren los acuerdos», apuntó.
Agregó que un proceso de diálogo es complicado y complejo. «Para alcanzar acuerdos se requiere de un esfuerzo de desprendimiento y tenacidad por parte de todos. Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro es quien tiene la primera responsabilidad de hacer que el diálogo avance», indicó.
El dirigente copeyano aclaró, además, que la oposición no está dispuesta a chantajear ni a ser chantajeada en el proceso del diálogo. «Pero si estamos resueltos a hacer cumplir lo acordado. Los políticos no hacemos acuerdos en notarías ni en registros, pero sí hacemos acuerdos en la palabra y en el honor y es por eso que nosotros para poder avanzar exigimos que se cumplan los acuerdos previos avanzados en el país», insistió.
Por su parte, el diputado por el estado Lara, Eduardo Gómez Sigala, afirmó que el diálogo fundamental es el del cambio de modelo totalitario por uno democrático, que respete las instituciones y los derechos humanos.
Recordó, además, ´que desde el gobierno del fallecido Hugo Chávez los intentos de diálogo no dieron resultados de ninguna índole. «Por eso, para que el diálogo tuviese alguna verdadera voluntad deberían darse algunos condiciones y eso lo que ha hecho es ratificar que ir a un diálogo sin condiciones con este gobierno es un acto de ingenuidad», aseveró.
A su juicio, el diálogo es una necesidad siempre y cuando el interlocutor tenga la voluntad. Por tal razón, catalogó como correcta la decisión de suspender la asistencia a un diálogo sin resultados.
«Las consecuencias de haber acudido a un diálogo con un gobierno que cree tener toda la fuerza para imponer las condiciones y un sector que va con la debilidad de no exigir algún resultado fueron la agudización de las represiones, las detenciones y las torturas, pero más grave aún, la violencia que producen los paramilitares, los grupos violentos patrocinados por el gobierno, armados y que siguen atemorizando y cometiendo todo tipo de delitos», finalizó.
