El tema Yacambú se ha convertido en el recurrente sueño frustrado de los larenses. A nuestro modo de ver, a estas alturas del partido, cuando la credibilidad de las instituciones del país tienen niveles de subsuelo, de cara a un nuevo proyecto de país, resulta contraproducente despertar falsas expectativas sobre un asunto tan delicado y trascendental como es el suministro de agua potable de nuestro estado, además de ilusionar a los productores agrícolas y empresarios del campo con sueños de productividad diluidos en las alforjas de la corrupción. En ese sentido, queremos colocar el acento sobre un tema muy delicado que debe ser tratado con absoluta responsabilidad…
Barquisimeto atraviesa la peor crisis de abastecimiento de agua potable de toda su historia. Las alternativas son pocas y los tiempos se agotan. El proceso de deterioro progresivo del sistema Alto Tocuyo (Dos Cerritos) nos obliga a pensar en acciones inmediatas, a sabiendas de que el agua del presente y el agua del futuro están seriamente comprometidas. En cuanto a Yacambú se refiere, este es un asunto que debe ser tratado con la objetividad y profesionalismo derivado del análisis pormenorizado de la información técnica disponible (Estados financieros, inventario de daños, cronogramas de ejecución, avances de obra, experticia técnica-financieras de las empresas contratistas, etc.). Para ello, se hace obligante abrir la caja negra que ha encubierto todo el proyecto durante varios lustros y realizar las auditorias de obra requeridas para redefinir la ruta critica que permita terminarlo, si fuera el caso…
Llenar el embalse en condiciones de escorrentías normales, sin vaciarlo, tomaría de 3 a 4 años. Rehabilitar el túnel en los sitios de derrumbe y revestir el túnel en los tramos requeridos tomaría tres o cuatro años, de ser cierta toda la información aportada por las autoridades gubernamentales y directivos de la empresa SHYQ. Construir la nueva planta de tratamiento, obras de riego y tuberías de aducción tomaría de 2 a 3 años. Todo ello, si se contratasen empresas trasnacionales de reconocida experiencia en el área. Es decir, sin piratas ni corruptelas. Aunado a todo esto, se debe tomar un tiempo prudencial para actualizar la información, realizar ensayos, auditorias y revisar la ingeniería de detalles de las obras por concluir. El tiempo acumulado de todos estos procesos constructivos y de proyecto, pasa de los 10 años. Los montos de inversión necesarios son impredecibles dado las condiciones económicas del país.
En lo personal, no le damos ninguna credibilidad a la información aportada por los directivos de la empresa hidráulica Yacambú-Quíbor. Tampoco podemos proyectar los tiempos de ejecución con base a visitas programadas en sitios específicos controlados por estos directivos. Es decir, todo cuanto se diga en relación al tema, son estimaciones y especulaciones…
Mis comentarios:
-No se puede manejar este tema con base a especulaciones de tipo político, para ganar votos…
-La única forma de reducir los tiempos de ejecución es realizar las obras en paralelo. Para eso, se debe contar con toda la inversión requerida. Eso, en lo inmediato, no es factible…
-Solo un análisis profesional de todo el proyecto, arroja con seriedad los tiempos reales de ejecución y puesta en marcha de la obra…
La memoria del justo es bendecida, pero el nombre de los malvados se pudrirá… (Proverbio 10:7)
