Debemos estar muy atentos a una fuerza tan poderosa, sobre todas las fuerzas que pronto se impondrá y será el lobby para todo el país sin excepción.
La fuerza que nos conducirá al camino anhelado por todos los que aspiramos al bienestar para todos, esa fuerza ya está comprobada como un tsunami que viene arrastrando con todas las malas intenciones que no dejara ni huellas de lo que pasó y aún está pasando en nuestro país: hablo de la colectividad. Sin equivocarme hasta hoy un poco más del 80% apunta a promover la cultura cívica ante la adversidad como una de las mejores formas de conseguir el crecimiento y respeto a la creatividad en aras al desarrollo del país en una forma inequívoca donde triunfe la concientización y cese la agresividad y que todos arriemos la carreta hacia el mismo destino donde se deje de crear divisiones y cesando los insultos y se deje de buscar enemigos invisibles que sólo existen en imaginaciones o en mentes improductivas que en vez de sumar restan y arrastran a otros en forma negativa.
Quien aun tenga duda de este alto porcentaje del colectivo debe sumarse con toda la buena fe, es un deber y el país lo reclama ya que estamos en deuda por haber sido o haber caído en el contrapunteo, del dime que te diré en la forma más agresiva y soez que no deja un buen mensaje y mucho menos un buen ejemplo al alto porcentaje de gente joven y tantas personas que sólo piensan en trabajar y especialmente a los productores del campo, en este momento de manos atadas por lo falta de todos para realizar sus labores y producir alimentos y como complemento azotados por la inseguridad y aún se sigue insistiendo. Eso demuestra la buena voluntad y nobleza del venezolano que nunca han sido ni deseado ser una carga para el país sino un aliado en aportar y cumplir con sus imposiciones, exigiendo casi como súplica se respete su creatividad y su modo de pensar y no se les meta en el mismo saco de los buenos para nada.
Esa colectividad llena de fuerzas y voluntad que está por encima de todo sin excepción, que acompaña el propósito y la búsqueda de la convivencia, la unión, el diálogo sincero, donde triunfan los criterios de hacedores y no lo contrario. La unión verdadera sin medias tintas, la paz donde no queda duda ni tengan cabida las zancadillas, sino el deseo de que el único ganador sea el país. Un gran recuentro es lo que pide la colectividad sin excepción, que todos cabemos y regrese de nuevo a reinar nuestra idiosincrasia. Estas aspiraciones de muchos venezolanos que apuestan por la recuperación del país y cesen de tildarnos como una amenaza no dudo que tendrá la bendición de Dios y nos libre de pecados que no hemos cometidos pero también nos chispea en todos los sentidos. Todos a trabajar y a aportar para combatir los tantos males que hoy están acabando con todos en una forma u otra.
Al colectivo Carlos Raúl Rodríguez nos envía el siguiente mensaje: «Nacimos para vivir en convivencia para el intercambio sano y nutritivo, jamás olvidemos que nacimos para ser felices y en nuestro diseño están las herramientas para cumplir ese propósito tan elevado, ser feliz». Yo le agrego que nadie está autorizado para ordenarle la vida a los demás y mucho menos estropearle sus proyectos, con ideologías que solo conducen al frascaso.
Unidos todos por el Sistema de Riego Yacambú y el Ferrocarril de la Región…
@JGMendozabarqto
