Una fuga en la tubería de gas acabó con la vida de una niña

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La mañana de ayer fue trágica para la familia Escobar Montes. Este lunes la hija menor de la pareja debía iniciar el tercer grado de educación básica. Pero en lugar de alegría por el regreso a clases, sólo hubo tristeza por un hecho dramático: los preparativos para el funeral de la niña de ocho años de edad, luego que a las 9:27 am, los médicos del Hospital Pediátrico Dr. Agustín Riera Zubillaga les comunicaron su fallecimiento.

El sábado en la noche, la menor protagonizó un accidente a causa del cual sufrió quemaduras de tercer grado en 90% de su cuerpo. Una fuga de gas en su apartamento, ubicado en la torre E2 del Complejo Habitacional Alí Primera, originó el evento. Para el momento la niña estaba sola.

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Pdvsa Gas surte del servicio a la urbanización a través de tuberías. Según los familiares, una comisión del Departamento de Investigación del Cuerpo de Bomberos de Iribarren, realizó las experticias y comprobaron que a la conexión de la familia le faltaba un tapón y el gas se escapaba, aparentemente la pequeña encendió un fosforo y ocurrió la explosión. Para hoy se espera la versión oficial por parte de ese organismo.

Luis Escobar, tío paterno de la víctima, dijo que luego de los hechos, más de diez representantes de Pdvsa Gas acudieron a la residencia donde también estaban varios voceros de los consejos comunales que pedían explicaciones.

Uno de los trabajadores de la empresa expresó: “Den gracias a Chávez que por lo menos tienen estos apartamentos”.

El comentario enfureció al tío. “¿Cómo es posible que en medio de este dolor, ese señor inmiscuyera el tema político?”, se preguntó. Escobar aseguró que ellos se responsabilizaron por todos los gastos médicos y ahora funerarios pero “esa falla se cobró la vida de nuestra niña”.

Una vida corta

“Fue una vida corta, tan sólo ocho años la tuvimos con nosotros”, manifestó una doliente que ayer estaba en las afueras de la morgue a la espera del cuerpo.

La niña de piel morena, cabello negro y liso, ojos color café y con una sonrisa que inspiraba ternura era el orgullo de la familia.

Estaba emocionada por el inicio del año escolar; era muy aplicada y le gustaba mucho estudiar. Sus maestros decían que era muy inteligente.

Sus padres ya le habían comprado un uniforme nuevo y todos los útiles escolares pero durante la explosión eso también quedó hecho cenizas.

Todos los enseres, vestimenta y electrodomésticos se consumieron. “Lo material se recupera pero nadie nos devolverá la luz de esta familia”.

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