Sin capacidad de respuesta, neutralizado en ataque y flojito en defensa, el Deportivo Lara vivió una de sus peores presentaciones desde la llegada de Leo González al banquillo al ser presa fácil del Atlético Venezuela y encajar una derrota por 0-3 en el Metropolitano de Cabudare, que lo dejó en situación complicada, con la lápida casi encima, en los cuartos de final del torneo Clausura de primera división.
Joel Infante, jugador revelación del actual certamen, amargó la noche para la oncena rojinegra al marcar par de tantos, en ambos casos con definiciones exquisitas, y llevar al llamado cuadro nacional a un impensado triunfo por holgada diferencia, en la ida de una llave que se anunciaba más pareja, pero que en el campo dejó ver a un equipo capitalino muy superior en todos los sentidos al elenco de casa. Los tantos de Infante llegaron a los minutos 26 y 77, mientras que Jackson Muñoz anotó el otro al 54.
Y consumó la conquista el Atlético Venezuela, pese a fallar un penalti en el minuto dos de compromiso, tras una falta de Ricardo Andreutti sobre Muñoz. Anthony Uribe asumió la responsabilidad de cobrar la pena máxima, pero levantó mucho el balón y lo estrelló contra el travesaño.
Parecía ser un efecto psicológico que haría crecer al Lara y pondría a sufrir a la visita. Pero nada de esto ocurrió. El Atlético se recompuso, siguió en su incesante ataque, a fuerza de velocidad y triungulaciones muy rápidas, para golpear una y otra vez a un cuadro larense estático, inseguro en la retaguardia y desorientado en el rectángulo.
La tropa de González lució mal en ataque, al punto de que su único disparo con dirección al arco llegó al 90+2, un manso remate de Yonaiker Reyes controlado por Diego Valdés. Claro está, hizo poco en el sector ofensivo porque el rival, incisivo en la marca, con presión incesante, más entero en lo físico, no lo dejó jugar. Echó de menos el Lara a César González, fuera de acción por suspensión, mientras que Darwin Gómez, que había salvado los muebles en otras ocasiones, perdió todos los duelos por la banda derecha con Jhoel Salazar y terminó los 90 minutos sin trascendencia.
A duras penas, Ely Valderrey entregó chispazos de calidad, pero siempre en esfuerzo solitario, lo que le hacía caer una y otra vez en la trampa defensiva del Atlético.
Infante adelantó al cuadro del técnico español Alex Pallarés en la fracción 26, cuando recogió una pelota mal rechazada en el área chica para vencer con un globito a Edgar David Pérez.
Así, con el 0-1, terminó la primera mitad, con las esperanzas vivas del Lara en el intento de remontar en la recomposición de sus líneas.
Pero en el complemento el rojinegro recibió un segundo mazazo (al 54), otra vez con un despeje defectuoso, capitalizado por Muñoz, al tiempo que vio caer la estocada en el 77, con una gran acción individual de Infante -a quien apodan “La bicicleta”- después de “quebrarle” la cintura a su defensor con un par de amagues y posteriormente poner un sombrerito de antología para coronar una jornada redonda.
El partido de vuelta está pautado para el sábado en el Brígido Iriarte de Caracas, con el cuadro larense obligado a ganar por diferencia de cuatro goles para hacer la épica y seguir en carrera.
