La falta de remolque marca la diferencia en muchas derrotas de Cardenales. El joven zurdo Helmis Rodríguez ayer logró contener en una carrera y durante cuatro episodios al bando crepuscular, que bateó nueve hits, todos sencillos, uno más que La Guaira, pero perdió 4-1. Apenas en el cuarto inning se ligaron tres indiscutibles en fila para la única anotación ante seis tiradores guaireños, ayer dominantes ante la intermitente toletería alada. La defensiva interior de los Tiburones tuvo mucho que ver con el resultado.
Brillante en varias ocasiones el campocorto grandeliga Miguel Rojas, que vive de su guante sensacional. En la trinchera larense Néstor Molina trabajó con altibajos en una labor de cinco tramos. En 3 y 2 le sirvió un cómodo pitcheo a Brian Burgamy con Martínez en la inicial y la bola aterrizó a mitad de gradas en el jardín derecho. Con la pizarra en contra, Dorante recurrió a sus relevistas de segunda línea, quienes pudieron contener a los Tiburones hasta el octavo episodio, donde Jhondaniel Medina, descontrolado, permitió sencillo y fly de sacrificio tras relevar a Kendy Batista.
Cardenales no logra entonar su ofensiva de manera seguida. Cuando sus tiradores reciben tres o cuatro anotaciones la tarea se hace cuesta arriba. Como siempre el piloto larense movió su alineación en procura de obtener resultados estables. Carlos Rivero no logra reventar su terrible slump y ayer falló en cuatro ocasiones. Rangel Ravelo no está generando la producción esperada y en la parte baja no hay dividendos halagüeños. El club sigue dependiendo de su formidable pitcheo, cuyo trabajo de los abridores sigue siendo suficiente como para aguardar el extraviado rendimiento de los toleteros.
Ildemaro Vargas no alineó desde el principio y Ericson Leonora comenzó en el jardín central, sonando, en sustitución de Escobar, un par de inatrapables. Está claro que a Cardenales le falta un zurdo de poder en el corazón del lineup y otro siniestro de fuste en el montículo. El alto mando aguarda por los nombres de Luis Valbuena y Luis Avilán, el primero de ellos con el madero que puede resucitar a la penúltima ofensiva del campeonato. Pese a todo, una victoria hoy frente a los Tiburones hará concluir con saldo nivelado la semana que registra la primera mitad del torneo.
