Desorden Público sale de Venezuela para una gira por EEUU #4Jun

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En un pequeño estudio en Caracas, la banda venezolana de ska Desorden Público ensayaba “One Step Beyond” y otras canciones para su próxima gira por Estados Unidos. El percusionista Oscar Alcaíno, de 60 años, lucía un sombrero de copa baja, característico del género musical. Viejos afiches colgaban de las paredes forradas de corcho: de Dr. Ring Ding, de Rubén Blades, de la Tokyo Ska Paradise Orchestra, de Joe Strummer 1952-2002.

Pero Desorden Público, fundada en 1985, no vive de la nostalgia. Sus letras abrasadoras se alimentan de la desesperación de la Venezuela de hoy. Satirizan la corrupción y la disfunción en una nación a la que aman y lloran. Y lo hacen con la energía del ska, un estilo musical en evolución que comenzó en Jamaica y disfrutó de un renacer en Gran Bretaña alrededor de 1980. El ska se mezcla con reggae, R&B, punk rock y, en Venezuela, con sabor latino.

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“Somos un país que tiene muchas razones para estar molesto, muchas razones para gritar cosas, para protestar”, dijo Horacio Blanco, el cantante y guitarrista de 50 años de la banda, en una entrevista reciente con The Associated Press. “Pero también hay razones para demostrar que tenemos alegría corriendo por nuestras venas”.

Es difícil vivir, ni qué hablar de hacer música, en un país hecho añicos por la caída libre de la economía y los conflictos políticos.

En marzo, apagones a nivel nacional dejaron sin electricidad el estudio de grabación del grupo. Los músicos enviaron archivos de audio por internet, una vía a menudo lenta y poco fiable en la nación sudamericana. Un concierto de Desorden Público en la ciudad venezolana de Valencia se canceló ante la preocupación por la inseguridad en las carreteras. Y los gastos de la banda crecen al tiempo que los melómanos deciden quedarse en casa.

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El grupo dice que enfrenta la censura mientras las emisoras evitan tocar canciones que puedan molestar a aquellos en el poder.

“Si nos van a seguir robando, al menos cámbiennos los ladrones”, dice una línea de su canción sarcásticamente titulada “Todo está muy normal”. El tema incluye viejas grabaciones de audio del presidente Nicolás Maduro, ahora en una lucha por el poder con la oposición apoyada por Estados Unidos, elogiando a Desorden Público por su mensaje contra la corrupción política, una ironía para los venezolanos que consideran a Maduro tan corrupto como muchos de sus antecesores.

Una base de seguidores internacionales que incluye a una creciente diáspora nostálgica mantiene a flote a la agrupación. Este jueves, Desorden Público dará en West Palm Beach, Florida, el primero de 16 conciertos de una gira que culmina el 7 de julio en Chicago e incluye paradas en Miami, Los Ángeles, Houston, Washington, Nueva York y Boston, entre otras ciudades.

El tour celebra el 25to aniversario de su álbum «Canto popular de la vida y muerte», cuya reedición planificada para este año incluye colaboraciones con músicos de otros países.

“En el momento de crisis que vive el país, es increíble que estamos haciendo probablemente el disco más ostentoso de nuestra carrera”, dijo el bajista José Luis Chacín, de 54 años.

El cuarto miembro principal de la banda es el baterista Danel Sarmiento, quien cultiva un bigote enrulado al estilo de Salvador Dalí.

Desorden Público (cuyo nombre satirizaba los camiones del Orden Público de la Guardia Nacional venezolana en los 80), se inspira en Britain’s Specials, la banda de ska que disfrutó de un nuevo éxito este año con el álbum “Encore”, décadas después de darse a conocer con hits que incluyen “Ghost Town” de 1981.

La agrupación venezolana preparó un monólogo introductorio para su canción “Los zombis están de moda”, en el que los apagones cortan el suministro del agua e internet y el caos se apodera de la escena. Blanco recita: “Y los seres que allí vivían empezaron a convertirse en zombis”.

“Los que se quedan, los que se van” es un tema melancólico de Desorden Público sobre los millones de venezolanos que han emigrado a lo largo de los años.

“No hay un venezolano que no tenga muy cerca ese drama”, dijo Blanco. “Porque se fue, porque está por irse, porque se devolvió, porque se fue su mamá, su tío, su primo, su hermana, su novia, su colega, su vecino, su amiga”.

Pero los chicos rudos de Venezuela, como a veces son vistos los aficionados al ska, se siguen divirtiendo.

“A pesar de todo eso, aquí estamos todavía”, dijo Alcaíno. “Optimistas”.

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