Esta especie endémica de Suramérica, es vegetariana, de hábitos terrestres y semiacuáticos, que por lo general puede ser observado en grandes grupos para alimentarse de pastizales siempre cercanos al agua.
Y es que este elemento no solo los ayuda a sobrevivir por medio de la alimentación o evitar la deshidratación, también es usado para refugiarse cuando se sienten amenazados y como medio para reproducirse, de hecho, copulan dentro del agua. Sin embargo, se pueden ver descansar entre la vegetación espesa de las orillas de las lagunas y caños.
El Chigüire vive en grupos, que pueden estar constituidos por una pareja y sus crías, o por un uno más grande de ejemplares adultos que puede variar entre 6 y 20 miembros. Rara vez se observan ejemplares solitarios, casi siempre machos adultos.
En sus grupos la mayoría son hembras ya que hay 2 por cada macho. El líder del grupo es determinado por enfrentamientos entre los pares, y para mantener su puesto, éste persigue a los subordinados que terminan dando vueltas a la manada para no abandonarlos. Cualquier intruso es expulsado sin distinción de su sexo.
En Venezuela, el chigüire ha sido protegido por el Plan de aprovechamiento comercial de poblaciones naturales. La costumbre de comer su carne en las festividades religiosas de Semana Santa lo convirtió en un animal de valor comercial, por lo que el interés de los hacendados en su conservación se ha visto incrementado, permitiendo que no sea una especie en peligro de extinción.