La Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC) afirmó que la delincuencia se ha apoderado de las instituciones educativas del país y exigió a las autoridades competentes reponer las infraestructuras, equipos y locaciones dañadas por el hampa desatada a escala nacional.
A través de un comunicado, la organización condenó estos actos. “Se trata de acciones delictivas y vandálicas que por su gravedad producen un daño gigantesco a nuestras instituciones educativas, la academia y la ciencia nacional”, indica el documento publicado en la cuenta @asovaccaracas.
La asociación detalló alguno de los actos delictivos cometidos en los últimos meses de 2020 y los primeros días de 2021, entre los que destacan:
- La quema y destrucción de la biblioteca de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo Sucre y el Instituto Oceanográfico Nacional.
- Robos y vandalismo en el Instituto de Biología Experimental y el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
- Robos en oficinas y laboratorios de la Escuela de Química de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
- Vandalismo y destrucción del Instituto de Investigaciones de Biomedicina y Ciencias Aplicadas “Dra. Susan Tai” de la Universidad de Oriente, núcleo Sucre.
- Destrucción de las instalaciones de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Oriente, núcleo Monagas.
- Quema de la sede de la Escuela de Geología y Minas de la Universidad de Oriente, núcleo Bolívar y la irrupción violenta y destrucción del Postgrado de Humanidades, de la Universidad del Zulia.
Según lo descrito en el comunicado, el ensañamiento contra la ciencia y la cultura tiene «repercusiones presentes y futuras» y son de casi imposible reposición en el estado de «abandono financiero» en el que están las instituciones venezolanas.
La Asovac finalizó el documento haciendo énfasis en que las autoridades deben investigar y sancionar acciones de este tipo. Asimismo, señalaron que son muchas las consecuencias que acarrean estos actos delictivos que «durante años ha perseguido, empobrecido y castigado a la ciencia venezolana». Además, demuestran el estado de «indefensión» y las precarias condiciones de trabajo y seguridad en el que se encuentran las universidades del país.
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