#OPINIÓN Las compañeras de Juan Pescao (Parte II) #8Nov

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«La vida es una sucesión de acciones que uno debe vivir para entender»

Ralph Waldo Emerson

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«Basta un instante para hacer un héroe, 

…y una vida entera para hacer una persona»

Romain Rolland

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  • El archipiélago

El archipiélago los Roques o El Parque Nacional Archipiélago Los Roques fue creado el 16 de agosto de 1972 y es el único Parque Nacional marino venezolano. Este archipiélago formado por los cayos e islas planas y arenosas, y con parca vegetación, fue descubierto por Cristóbal Colón de regreso de la isla La Española, tras su periplo por el litoral venezolano. Desde épocas precolombinas, las islas fueron visitadas por indígenas procedentes del continente, para surtirse de proteínas de origen oceánico como el caracol o la tortuga marina. En las islas han hallado vasijas y estatuillas junto a restos de organismos consumidos como vestigio irrebatible de incursiones náuticas. Hace 2 o 3 mil años, los hombres primitivos dejaron huellas de sus marchas en las playas de Los Roques, posibles grupos de cazadores terrestres o recolectores marinos procedentes de la costa continental adyacente y de las islas al oeste franco, como Curazao y Aruba. El origen del Archipiélago Los Roques, remonta a finales del pleistoceno, cuando comenzaron a elevarse barreras de arrecife por el descenso del nivel del mar. Con el tiempo las barreras favorecieron la formación de Cayos en las áreas internas del archipiélago. 

Las formaciones coralíferas propias, poseen una fauna diversificada como el botuto o caracol marino (Strombus gigas), y otras especies, como, langosta, pargo, barracuda, y carite, etcétera. La vegetación se reduce a cardones propios de las islas grandes, y a formaciones de manglar en las zonas protegidas del oleaje. Dentro de las islas de Sotavento están, además del Archipiélago los Roques, Los Testigos, Los Frailes, Los Hermanos, La Blanquilla, La Sola, Margarita, La Tortuga, La Orchila, Isla de Aves, Bonaire, Curaçao, Aruba y Los Monjes; resguardadas de vientos alisios por su disposición este-oeste. 

Ubicado a 120 km al norte del litoral venezolano como Dependencia Federal, tiene una superficie de 221.120 has., y está conformado por 42 islotes o Cayos y unos 250 bajíos de arena y arrecifes coralinos, alrededor de una laguna central. El basamento es una meseta ígneo-metamórfica que surge sólo en la isla el Gran Roque, el resto de islas, islotes, o Cayos, están conformados por sedimentos calcáreos de la pulverización de corales, y conchas de moluscos.

A pesar de su intensa actividad pesquera artesanal por la riqueza biológica de sus aguas desde tiempos precolombinos, es hasta inicios del s.xx que se da la real ocupación definitiva del archipiélago por pescadores salidos de la Isla Margarita que se instauraron en el Gran Roque. Hoy vive una población de unos cuantos miles, dedicados al desarrollo de actividades pesqueras-turísticas, aunque se tiene prueba de la existencia de importantes yacimientos de petróleo y de gas en la zona.

La facilidad de vía del Archipiélago, permite a barcas y aviones privados visitarlo. Los Roques es un ecosistema prístino, ejemplo de conservación y biodiversidad que sienta las bases para preservar ámbitos como éstos, que permiten explotar las riquezas naturales y recuperar los valores culturales de su población, constituida por tres corrientes migratorias indígenas, holandesas y margariteñas, mixtura cultural que respaldó la transculturización poblacional. Los bosques de mangle, arrecifes de coral y vegetación xerofítica, con clima de baja humedad, fueron los elementos que privaron para la inclusión de dicha porción de territorio venezolano al Programa Araucaria, establecido en la 1ª Conferencia del Medio Ambiente de Río de Janeiro (1992).

Su función principal es sentar las bases para generar el futuro de un ecosistema múltiple con un destino asegurado en el turismo ecológico o ecoturismo y que reciba un número significativo de visitantes al año cifra que promete crecer anualmente. Este crecimiento exacerbado puede poner en riesgo toda la belleza de los escenarios naturales de no considerarse a tiempo las medidas y usos adecuados que debe dársele. Para eso se creó una guía referencial como instrumento que permite entender la fragilidad de los ecosistemas del Archipiélago, por su gran información de fauna y flora marina, submarina, y terrestre, haciendo posible prácticas lucrativas de pesca, submarinismo, observación de naturaleza y navegación a vela, entre otras actividades que irán sumándose paulatinamente al pasar el tiempo.

Estudios ambientales de expertos nacionales e hispanos adelantados al efecto definen las posibilidades de crecimiento, capacidad instalada ideal y posibilidad de explotación turística. Otro objetivo básico de la guía, en materia de guardería ambiental, es lograr la ordenación de los recursos por lo que adelantan trabajos de carga turística y del recurso pesquero (actividad más importante luego del turismo),manejo de los residuos sólidos, educación ambiental y el desarrollo humano, además del crecimiento de la operatividad económica. 

La situación pica y extiende al terreno de la idiosincrasia del roqueño, (su patrón de vida, valores culturales) y también al científico campo del hallazgo arqueológico. Los Antezack, escriben el capítulo acerca de los estudios que consienten explicar la influencia indígena en el poblamiento del Archipiélago por grupos de isleños cercanos atraídos por la riqueza del botuto, en eras prehispánicas, hace más de dos mil años. Los Roques se extiende al grupo de 43 Parques Nacionales, 17 Monumentos Naturales, 7 Refugios de Fauna, 2 Reservas de Fauna y 2 Reservas de Biosfera y un gran número de ABRAE o áreas bajo régimen de administración especial que instituyen el actual bagaje de áreas naturales, que nos ubican en el quinto país en el mundo con 35 % de áreas protegidas (322,5 Km2)…

  • El plan

Con tanta información a la mano, las ñeras pasaron toda la noche e incluso parte de la madrugada, planeando la visita a la boîte. Y como dice literal el refrán, a las ñeras nadie le quita lo bailado. El recuerdo fresco del peligro navegaba por la memoria reciente. El plan de ruta, quedó en el limbo. Los ojos vaciados, y la mordida del arpón, fueron la comidilla de la tertulia noctámbula. Tiburcio Martínez, como se le decía en chanza, al todavía no identificado tiburón, que de chiripa no causó la tragedia, marcó las ñeras con el susto que les dio, sin realizar una mordida certera, a no ser a la lanza del arpón, lo que a la postre le costó la vida al pobre animal, por andar de animal. Si el cuento nos lo echara Tiburcio, las difuntas en este instante estarían del lado sapiens y ubicando a J.P para darle la mala-buena nueva, que ahora tenía sólo tres capitanas vivas y un par de demonias menos que sostener, aunque ni Poseidón salvaba a J.P de las bestias de carga, producto de la caña amarga-da. La sonrisa no tardó en tocar su son. El humor blanco y el humor negro, eran como el buen aliento. En cambio el mal humor, era como el mal aliento, apestaba. Concluyeron.

La aurora comenzó con el astro rey punzante, prometiendo metralla a discreción. El imperio solar sin adversario e inmisericorde, quemaba demás. Y se sentía peor cuando la piel salada y bronceada sufre en los hombros y las extremidades se incendian de noche y a veces no dejan conciliar el sueño. Por eso, la insolación y la deshidratación tienen que mantenerse a raya y en observación. Tostadas por los excesos de la pesca a pulmón las sobrevivientes tomaron la rienda para seguir la expedición.

Pequi encontró indagando por internet que Los Roques fue designado Patrimonio de la Humanidad, el 4 de Septiembre de 1996. También halló que en datos actualizados, el área protegida está constituida con más de 300 islas y Cayos que rodean la laguna de 400 km cuadrados. Las notas hablan del parque marino, famoso por sus playas de arena blanca y apartada, el surf a vela, la pesca, el esnorkel y la navegación. El tema de la navegación seguía dándoles tumbos en la cabeza de las ñeras, como pelotas en una cancha de tenis master.

La mañana fue calentándose como una antesala al infierno. El calor funcionaba provocando lados opuestos. Favorecía el bochorno por un lad, que aturdía bastante, pero por el otro lado despertaba las alarmas contra el peligro. Luego de chequear la salida del hotel fueron hasta la playa frente a la ranchería donde anclaba el Perla Ñera. Llevaban a la mano el itinerario o la bitácora de navegación, previo al zarpe. 

Marina les recordó que la ruta al Gran Roque era la primera etapa del tour atravesando por los cayos donde pasarían para cumplir el trabajo fotográfico que encargó el bienhechor a su pechonalidad preferida. La cámara submarina fue retirada de la recepción dejada por un emisario del amigo con instructivo que Marina chequeó al instante. Acordaron ir a los islotes no visitados por el turismo. Mencionó la encargada del rumbo, que son muchos los cayos, islotes e islas menos frecuentados. Olga alcanzó la bitácora donde Pequi anotó los sitios importantes de norte a sur. Olivia leyó en voz alta… 

– Islas y cayos al Norte de la ensenada están, El Gran Roque, que es la capital de la Dependencia Federal, Cayos de Francisqui-arriba, medio y bajo, Cayo Nordisqui, Cayo Pirata, Madriski, Cayo Noronqui, Cayo Crasqui, Cayo Rabusqui, Cayo Las Canquises –abajo – arriba, Isla Larga o Cayo Lanqui, Cayo Carenero, Mosquitoqui

– Islas y cayos al Este, están Cayo Cuchillo, Cayo La Maceta, Bubies –arriba, medio- abajo-, Cayo Los Castillos y al Oeste, Cayo Selesqui, Cayo Bequevé –norte y sur-, Cayo de Agua, Dos Mosquices. Y para finalizar, al Sur, hallamos Cayo Sal, Cayo Nube Verde, Cayo Grande y Sebastopol. Entre muchos otros. 

La revisión de la ruta fue impresionante, sin darse cuenta se vieron aplaudiendo el trabajo juntas, la camaradería a prueba de balas y de vez en cuando, la defensa de uno u otro tiburón hambreado que surgía por ahí. Sin notarlo, estaban montadas en el peñero. Comentó Olga, su visita a la posada atractiva del Gran Roque, que no por casualidad fue bautizada con el mismo nombre de un Cayo, Bequevé. La dueña era su tocaya, y había perdido al esposo por la pandemia. Olga anexó un dato anecdótico que escuchó en la Margarita, del célebre Chuito Marín, Biólogo y pescador artesanal, quien en épocas de Betancourt se encontró una perla rarita, inmensa, incluso alienígena, sería familia del finado esposo de la dueña de Bequevé. Olga dijo que del escritor de Hechizo de Perla publicado en El Impulso, obtuvo la información.

El mar empezó a ser oceánico. Con la marea fuerte, el sol creciendo, los trajes mojados y los cuerpos salados, fueron dejando atrás los dos cerros tocayos, las Tetas de María Guevara que el amigo con acceso de tos, bautizó las Tetas de Marina Guevara. En una señal de cultura general para olvidarse del tiempo recorrido hablaron de cerros y nadie sabe cómo surgió el Corcovado, un pico de mil metros de altura, en la Capital de Brasil, Río de Janeiro, que servía de orientación porque se veía todos los rincones de su geografía de ensenadas, colinas, playas, montañas y selvas. Se podría decir que era un terreno peninsular, con espíritu y estilo de insular. Las ñeras agradaban su acervo sin cicatear la meta fotográfica y de supervivencia. El dinero de las nasas pagaría con creces la faena que rebasaba la autonomía de un día de faena. La salida empezó a dar moral y luces, como primeras necesidades. Olga preguntó irónica si esas necesidades incluían las sexuales. Rieron al unísono. 

La cultura se extendió a breviarios de Brasil y de la cuenca amazónica y el origen del nombre, mientras el bote seguía imperturbable su ruta a los Cayos. El almirante portugués Pedro Alvares Cabral llegó, está en los libros de historia y en Wikipedia, a la costa americana por pura casualidad. Vientos encaprichados del Atlántico impidieron seguir la ruta prevista por su antecesor Vasco de Gama que pasaba por el Cabo de Buena Esperanza para acabar en la India. Alguna mencionó los auto-mercados Excélsior Gama y a los Viajeros de Indias de Herrera Luque, que por supuesto no tenían nada que ver con Brasil.

En realidad el primer descubridor, siguió el breviario Olga, había sido el español Vicente Yáñez Pinzón, que 45 días antes que Cabral, fue el primer europeo en llegar a la Costa de Pernambuco y en explorar la desembocadura del Amazonas. Lo significativo del relato verídico fue que en virtud del Tratado de Tordesillas en 1494, que repartía aquél espacio entre España y Portugal, a Pinzón no le tocaba reclamarlo para la corona española. Carajo, grito Marina tocándose la pechera, tenía que ser.

Por otro lado, el nombre de Brasil, llegaría más tarde… Esa parte le tocó a la novia de Popeye, Olivia… en el S.XVI, los primeros colonos empezaron a exportar un árbol que usaban los indígenas para extraer sus tintes y pintarse, y que tanto fascinaba al oficial portugués, al que llamaron pau-brasil, por desprender un color rojo en agua hervida, lo que sugería la flama de un fuego en las brasas de carbón ardiendo. De Terra do pau-brasil terminaría abreviándose como, Brasil. En la proa empezaron a verse pedruscos solitarios. Poco a poco, las rocas fueron tomando forma en el horizonte columbrado por vapores de agua sobre la superficie del mar agitado.

Marcantonio Faillace Carreño

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