#OPINIÓN El levantamiento del velo, en la institución que parasita el coronel #4May

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«Se dice que los ladrones respetan la propiedad. 

Sólo desean que la ajena se convierta en propia para respetarla mejor».

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Gilbert Keith Chesterton

¿De cuántas vacas se apropió el Coronel? De golpe y porrazo, se enriquece el ladronazo y en tal caso la culpa es de la vaca que el Coronel se la robara. 

La presencia de este Coronel en la institución es una verdadera maldición. Un ultraje a la decencia. ¿Pero es el Coronel psicópata el prototipo del corrupto latinoamericano? Desde luego que sí y con un plus agregado, porque precisamente padece de psicopatía, ese trastorno de la personalidad que le permite traficar con la hipocresía y blandir falsamente banderas de honestidad. Psicopatía que le facilita un arsenal de armas patológicas y diversos síndromes perversos particulares , además de conductas desadaptativas para controlar maquiavélicamente los escenarios y manipular a las personas, donde se hace de alfiles o cómplices necesarios – este instituto del derecho penal –  ,  que lo protegen ,  lo  alcahuetean y lo encubren , además que son coautores en la comisión de crímenes empresariales.

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Al inventariar los bienes de este Coronel, nos encontramos que tiene muchas propiedades, diversos inmuebles, que no podrá justificar con su salario de militar, ni siquiera con las empresas de maletín que tiene con unos socios que les sirven de máscaras. La psicopatía potencia en el Coronel, los ardides y estratagemas para hacerse ilícitamente de dineros, numerosos bienes y recursos. No se trata de un típico corrupto, no es un  delincuente cualquiera, es un delincuente psicópata, que está conteste de los delitos que comete y de la iniquidad que protagoniza.  

¿Podría aplicarse en este caso la teoría del levantamiento del velo? Desde luego que sí, pero bajo los parámetros de perseguir los delitos. No se trataría del instituto del derecho mercantil para descubrir los fraudes societarios únicamente, sino de los tipos del derecho penal para capturar a los delincuentes que están al frente de una institución del Estado,  con la cual se escudan y la usan de mampara para hacerse de fortunas con un ropaje de legalidad y de licitud, porque cometen delitos de toda naturaleza.  Piensa en un delito por indeseable que sea y ese delito lo cometen el coronel y sus monos voladores.  Piensa mal del Coronel psicópata y acertarás.               

Pero es solo eso, un ropaje, porque se trata de sujetos que al frente de estos organismos se valen del nombre y reputación de la empresa y la circunstancia de dirigirlas y en esa posición se hacen de dineros, fortunas y patrimonios, como vividores y parásitos. Aunque  el estado tiene diversas empresas y entre su clasificación no se escapa la que parasita este Coronel psicópata. Pero dada la complejidad solamente para hacer un ejercicio de moralidad, un ejercicio de ética empresarial y en cualquier caso, al levantar el velo se detecta el elevado índice de corrupción concentrado en su máxima autoridad y en su anillo de maldad;  por lo menos los cinco más comprometidos, aunque son muchísimos más.  

Pero de manera sui generis debería levantar el velo un juez penal y no un juez mercantil  y en este caso los pesquisas, los verdaderos expertos, los estudiosos, los  que no compraron sus títulos y diplomas,  los verdaderamente preparados auxiliares de la justicia penal, que sean comprobadamente insobornables aunque parezca utópico; en eso persigan a estos canallas burladores de la sociedad y los hagan presos.  Aunque es el caso que este Coronel está desprestigiado y su reputación es vergonzosa, conoce a tantos corruptos como él, que se corre el riesgo de  que quede burlada la justicia. Pero sí debe haber gente honesta y decente entre los investigadores penales, o quienes hayan sido objeto de las marramucias de este Coronel felón, que se posicionen con hidalguía, gallardía, honor y decencia, haciendo una investigación limpia donde no se caigan las actuaciones por dejar cabos sueltos ni por querer llenar estadísticas en la elaboración expedita de expedientes  para al final dejar libres a los culpables y encerrar a los inocentes. 

Imagínate que levantan el velo en la institución y ¡eureka! se destapa lo que hace rato se ha descubierto , lo que hace bastante rato se sabe;   que es una red de corrupción , de extorsión y de chantaje, de venta ilícita de documentos , de violaciones y de comercio de drogas ;  cuyo diseño delictual se ha replicado en el territorio y no es una sola manifestación de corrupción e indecencia donde los Jefes han acumulado fortunas provenientes del delito, de la falsificación y otras tantas formas de maquillar el real propósito de esta corporación, que valiéndose de una imagen lícita y legal, han metamorfoseado descaradamente los fines empresariales en fines delictivos.  

 Cuando nos referimos a levantar el velo auxiliándonos de la figura del derecho mercantil , nos estamos refiriendo a que una vez que la justicia penal tome las riendas de la investigación y abra los procesos criminales en contra del Coronel psicópata y de sus monos voladores y que los pongan al descubierto expuestos ,  los dejen a la intemperie ante la sociedad y se den a conocer sus hazañas y delitos  y que sea de tal magnitud la noticia que por la conmoción pública que implican sus crímenes , a ninguna autoridad ni judicial ni fiscal se le ocurra dejarlos en libertad al hacer componendas de esas que causan estupefacción a la sociedad.  Ya sabemos que la droga, el dinero o el sexo están de por medio  cuando algo no responde a lo que debería,  porque son tan claras las premisas para que sea el resultado lógico que se deduce de ellas, pero nos encontramos con falsos razonamientos intencionados, con fines manipuladores, que se disfrazan de proposiciones válidas cuando no lo son y a la sazón el delincuente sale a la calle y se sigue burlando de la justicia porque el sistema se lo ha permitido.  

De la triada oscura del Coronel psicópata, a él le gusta que sobre sus asuntos, culpas, maldades y delitos  «piensen mal que acertarán», de modo que manos a las obras y el principio de presunción de inocencia que él no le respeta a nadie, para él tampoco debería ser respetado.  Pero en un Estado de Derecho, este principio no puede ser vulnerado, no obstante que el psicópata Coronel es un violador de los derechos humanos y persigue y condena a gente que según su menguada masa gris los construyó en culpables porque sí, porque él lo dijo así y los hace pasar por todo un vía crucis de injusticias, desprecios, desprestigios, ofensas, descortesías, desconocimiento de su dignidad,  sin ninguna duda razonable para su víctima, porque como todo psicópata narcisista, te estudia, te elige, te copia, te cosifica, te seduce, te aísla, te silencia, busca destruirte. 

Entonces es una obviedad la responsabilidad penal del Coronel psicópata toda vez que para él todas sus víctimas son culpables o responsables de lo que él les inventa, de lo que él los difama o de lo que él les endilga , forjando su convicción en el aforismo  «piensa mal y acertarás» y eso es suficiente prueba para hostigar a gente decente  e inocente  , como un rasero,  con la absoluta convicción de que si él piensa mal de la conducta o la integridad de alguien ,  eso es una dogma y por supuesto con lo que él presupone absolutamente y sin equivocación , eso no tiene vuelta , pues son  sus ideas e imaginarios , y eso por provenir de él que es un Dios , en consecuencia es una verdad absoluta. Que cinismo la de este felón narcisista, que construye falsos, para destruir y enfila sus psicopatías en irrespetar a las personas, en crear toda una trama donde fragua trampas y usa personas para dañar a otras personas y  saciar su maldad y su sadismo en enfrentar a sus víctimas con otros provocando entre ellos rivalidades y celos.   Bajo este rasero con el que este Coronel psicópata mide la integridad de sus víctimas, debería juzgársele a él.  «Piensa mal del Coronel psicópata y acertarás». Tomando por supuesto su propia estrategia que no es otra que una postura de Nicolás Maquiavelo. Siempre el coronel psicópata muestra su triada oscura. O  como cuando pela los dientes y echa saliva moviendo el hocico como un depredador salvaje mostrando su licantropía, un trastorno psiquiátrico alucinatorio listo para amedrentar y atacar a sus víctimas. ¡Es todo un espectáculo  presenciarlo!.  Si no supiera que es un psicópata, diría que es un loco de atar al que se le pegan los platinos.  

Este Coronel impúdico y maltratador psicológico con perversión y ensañamiento construye delincuentes y somete a las personas a sus caprichosos síndromes, desconociendo arbitrariamente los derechos humanos  al abusar de las personas.  Seguramente vivirá en carne propia lo que a otros aplica. Pervertir “la verdad” para convertirla en una verdad parcial o una mentira absoluta es un signo seguro de podredumbre del alma. Es una herramienta de este putrefacto felón narcisista, con la que busca dañar, engañar y controlar para su propio engreimiento.  Se cree el ombligo del mundo. 

 Si somos la media de las cinco personas con las que andamos, siendo así no hay mayor duda, ni siquiera una duda razonable sobre qué calaña de delincuente es el  Coronel psicópata, que ostenta Jefatura en la red de corrupción de la institución, toda vez que de las cinco personas que se posicionan en su círculo de corrupción cada una tiene su característico desprestigio, maña y sordidez.   Todos agazapados, de bajo perfil, haciéndose los angelitos. 

 «Nada más vergonzoso para nosotros que el hecho de que los ladrones y maleantes tengan entre sí una convivencia más amistosa que los intelectuales». 

Lluís Vives

Crisanto Gregorio León

crisantogleon@gmailcom

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