La conclusión más trascendente alcanzada por y para la necesidad de educar al ser social humano, fue conceptualizada por un notable grupo de intelectuales comisionados por la UNESCO bajo la dirección de Edgar Fauré. Como resultado del trabajo surgió el informe “Aprender a Ser”, que en forma de libro fue editado por la ONU y se convirtió en un best seller. Casi un cuarto de siglo después de su publicación el monitoreo de su aplicación no es satisfactorio para la organización, al observar y considerar que buena parte de las estrategias y políticas educativas en marcha bajo el marco del célebre informe –derivan en forma acusada– hacia el dominio del mercado.
Estas inquietudes que algunas voces elevan a nivel de alarma, provocan la revisión del panorama educativo global la situación y dan origen a un nuevo documento analítico: el Informe Delors, así llamado en honor a su director (Jacques Delors) principal cuestor de las desviaciones y tendencias advertidas.
Nos quedamos en este breve párrafo para una digresión parcial. Las preocupaciones del Informe Delors son poco menos que chino antiguo y sánscrito pre-védico para un buen grupo de países anclados en el medievo. Sus agencias no solo niegan los postulados más elementales contenidos en “Aprender a Ser”, sino que acusan a sus mentores auspiciantes de atentados contra su soberanía e injerencia intolerable.
No todos los países deficitarios en arista tan determinante como la educación, se han negado a los pasos necesarios para salvar los grandes abismos que los separan de las vanguardias; sólo que al intentar afrontar baches, desfases y distorsiones que les atan a las carencias del subdesarrollo, descubren el nudo gordiano de un cruel círculo vicioso: La cultura no es un componente…Ploff, tamplúmm… La cultura es un resultado. El hermoso fruto de un largo y profundo proceso de cultivo planificado del espíritu, de mayor brillo en tanto más próximo se realice procurando ideales participativos de altruismo, real comunión solidaria de objetivos, respeto a la libertad de las ideas y una amorosa búsqueda y realce de la identidad telúrica, un sentido de pertenencia adosado a las tradiciones, absorbiendo gozoso y creativo tu geografía emocional, clave cognitiva que universalizará tu huella.
Delors insiste en evitar que la educación sea dominada por una agenda económica.
“La ideología económica imperante es un desastre, hay que proteger la educación de políticas utilitaristas y presiones económicas…porque la educación encierra un tesoro”. Por otra parte insiste en el desafío perenne de los objetivos de la UNESCO, unificar pensamientos de hombres cuyas concepciones son diferentes e incluso opuestas. Son utopías, pero no importa, seguiremos siendo utopistas. Después destaca en especial que la educación debe ser concebida como un mensaje universal “con miras a intentar, no unificar este mundo, sino unir a las distintas partes en su diversidad, lo cual significa aceptar las diferencias y respetar a los demás”.
Regresemos a la realidad actual, dado que hemos comentado hechos, elementos y sucesos de hace medio siglo (Aprender a Ser) y casi tres decenios (Informe Delors). Hoy no me atrevo a imaginar el estado de preocupación de intelectuales que abrigan aquellas mismas inquietudes, ante el aluvión de banalizaciones que azota a la contemporaneidad. Un panorama que ciertamente afecta cada vez menos a las nomenclaturas de las naciones de vanguardia. Por una parte sus élites conocen la necesidad de cultivarse cada vez con mayor empeño y fortaleza, al tiempo que fomentan la banalización de sus sociedades enmarcando acciones en un discurso fraudulento de libertad condicionada y controlada hasta en las formas más cínicas de ejercicio del poder. No obstante, felices; el consumismo depredador da para todo, agota a la madre tierra pero fabrica sonrisas al comprador.
Mientras, el rebaño se aferra a los instintos básicos: Sobrevivir, combatir por todo, para todo y huir, escapar.
Frente a tal panorama como pedir dedicación, compromiso, dinamismo creativo y propósitos futurista de evolución a un docente, que debe hacer tortas, pasteles y hacerle swing a cuanto lanzamiento le pase enfrente para un medio resuelve de carbohidratos y escasas proteínas. Situación de negros tintes ante la que palidece cualquier esperanza y aparecen los pesados grilletes del pesimismo. Ahí está sin afeites la cruda y fea realidad y no obstante cantaremos un himno a la emoción creadora de no cejar en la lucha por salir de este caos.
No podemos optar entre vencer o morir, dijo el General José Félix Rivas a sus tropas antes de enfrentar al Taita Boves en La Victoria, ”Necesario es vencer”. Nosotros necesitamos vencer, superar las diferencias de concepción que nos separan y respetar la idiosincrasia y el pensamiento de cada grupo, luchar por un mismo objetivo y encaminarnos a una verdadera evolución. Esto aparentemente simplista si bien vale para todos, para un educador hay un énfasis especial.
El docente moderno necesita además de su saber y capacitación, actualizarse día por día, y tiene a mano los instrumentos para lograrlos sin más esfuerzo que crear una metodología práctica de aprovechamiento de su tiempo. El educador asume hoy un reto jamás afrontado en época alguna. Debe instruir y educar, pero también, forjar moldes de pensamiento creativo con el suficiente equilibrio para mantener la sutil línea que separa el criticismo positivo, de la alienación ideologizante. Estará en deuda constante consigo mismo si deja pasar un día sin repensar su papel de puntal y sostén del hombre futuro, cuya progresión como flecha lanzada al infinito debe surcar sin amarras el camino de elevar sus expectativas hacia el omega de la auténtica libertad, la del espíritu y conciencia ciudadana del convivir en armonía, realizando en lo concreto el mandamiento de amar al prójimo como así mismo. En cuanto a los gobernantes ser más sinceros con su audiencia y honrar constantemente la suprema obligación de velar por los intereses de toda la ciudadanía. Para el gobernante no pueden existir parcialidades, su servicio es para la totalidad sin parcialización.
Pedro J. Lozada