Detrás de los muros medievales del Vaticano, 133 cardenales se reunieron para la misa el miércoles por la mañana en preparación para el inicio de un cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco.
La misa matutina en la Basílica de San Pedro ha terminado, lo que ha permitido a los cardenales que elegirán al próximo Papa regresar a sus residencias durante algunas horas antes del cónclave.
El Vaticano ha dicho que más tarde en la tarde, todas las comunicaciones alrededor del Vaticano serán bloqueadas mientras los cardenales se preparan para retirarse del mundo exterior para su tarea secreta y sagrada.
Misa antes del cónclave
Los cardenales han entrado en la Basílica de San Pedro para celebrar una misa final antes del cónclave para elegir al próximo papa.
La Misa precede al proceso secreto y lleno de rituales para encontrar un nuevo líder de la Iglesia Católica después del novedoso pontificado del Papa Francisco.
El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, está celebrando la misa para orar para que los 133 cardenales encuentren sabiduría, buen consejo y comprensión antes de entrar a la Capilla Sixtina más tarde en el día para comenzar a emitir sus votos.
Se celebra una misa solemne en la Basílica de San Pedro antes del cónclave. Los cardenales entraron juntos, con sus túnicas y solideos rojos a juego, mientras la música de órgano llenaba el vasto espacio.
Los príncipes de la iglesia estaban de pie en grupo, con sus manos agarrando un folleto de servicio mientras oraban y cantaban.
A ellos se unieron en la imponente basílica los obispos vestidos de púrpura, los niños del coro vestidos de blanco y otros fieles.
Lo que los cardenales han estado discutiendo antes del cónclave
Los cardenales concluyeron su última reunión previa al cónclave el martes por la mañana, tratando de identificar un posible nuevo Papa que pudiera suceder al Papa Francisco y hacer que la Iglesia Católica de 2.000 años de antigüedad sea creíble y relevante hoy, especialmente para los jóvenes.
Los cardenales dicen que la principal tarea que tienen por delante es encontrar un Papa que pueda ser al mismo tiempo pastor y maestro, un puente que pueda unir a la Iglesia y predicar la paz.
“¡Necesitamos un superhombre!”, dijo el cardenal William Seng Chye Goh, arzobispo de Singapur, de 67 años.
Durante la reunión final de los cardenales, el anillo de pescador del Papa Francisco y su sello oficial fueron destruidos en uno de los últimos ritos formales de la transición de su pontificado al siguiente.
Roma en alerta máxima antes del cónclave
La Guardia Suiza del Vaticano, los carabineros y la policía italiana se han movilizado mientras Roma y el resto del mundo contienen la respiración a la espera de ver quién se convierte en el próximo pontífice.
La policía controla a las personas que entran en la Plaza de San Pedro. Se han desplegado más de 4.000 agentes.
Se ha instalado un sistema antidrones y bloqueadores de señales para bloquear la comunicación entre los cardenales y el mundo exterior.
“La seguridad de los cardenales es una prioridad, pero también lo es la de los fieles que están afuera”, dijo Fabio Ciciliano, director de Protección Civil de Italia.
