El Instituto Casla, voz constante en la denuncia de presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI), instó a la comunidad internacional a no reconocer la legitimidad de las elecciones regionales y legislativas programadas para el próximo 25 de mayo.
La organización argumenta que los venideros comicios carecen de las garantías fundamentales para ser considerados válidos en un contexto democrático.
Casla denuncia ilegitimidad en Venezuela
Durante la presentación de su informe anual sobre la crítica situación venezolana, titulado «Venezuela bajo asedio: represión estatal y crimen organizado transnacional», Tamara Sujú, directora de Casla, fue subrayó la necesidad de «denunciar y desconocer esas elecciones que se van a celebrar el 25 de mayo porque no son legítimas».
Sujú expresó que Nicolás Maduro «ya no es el presidente» legítimo de Venezuela, argumentando la falta de transparencia en los resultados electorales en las elecciones presidenciales del 2024.
«No tiene legitimidad para hacer un llamado a elecciones», sentenció la directora de Casla, cuestionando así la autoridad moral y legal del actual gobierno para convocar a nuevos comicios.
Reitera reconocimiento a Edmundo González
La abogada calificó el gobierno venezolano como «una tiranía estructurada como una red criminal transnacional».
En este sentido, instó a la comunidad internacional para que mantenga firme la «presión» sobre el país, con el objetivo de que el líder opositor Edmundo González Urrutia, a quien Casla reconoce como el legítimo ganador de las pasadas elecciones presidenciales, pueda asumir la conducción del país.
«La comunidad internacional no puede abandonar a quienes están luchando, incluso hasta su último aliento, para lograr un cambio democrático en Venezuela», enfatizó.
El informe anual del Instituto Casla, presentado tradicionalmente en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), sirvió de plataforma para que el secretario general del organismo multilateral, Luis Almagro, quien se encuentra en las últimas semanas de su gestión, reforzara las acusaciones contra Nicolás Maduro.
Almagro señaló directamente al mandatario venezolano como responsable en el nivel más alto de «la cadena de mando de la comisión de crímenes de lesa humanidad», sumándose así a las graves denuncias que pesan sobre el gobierno venezolano en instancias internacionales.