Hay gente que dice que no cree lo que no puede comprobar o ver con sus propios ojos. ¿Acaso ves la fuerza de gravedad? ¿Acaso ves a las ideas fluir del cerebro? Hay cosas invisibles que son muy reales.
Y la Fe, especialmente la Fe en la cosas de Dios es una actitud muy inteligente. ¿Por qué? Porque por medio de la Fe disfrutamos por adelantado lo que vamos a recibir después: “La fe es la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera, y de conocer las realidades que no se ven” (Hb. 11, 1-2.8-19).
¿Qué esperamos? La Vida Eterna en el Cielo, el Reino de Dios a plenitud. Y eso tendremos… si creemos… y si actuamos de acuerdo a esa Fe. Jesús mismo nos lo ha prometido: “Tu Padre ha tenido a bien darte el Reino” (Lc. 12, 32-48).
Por la Fe podemos comenzar a disfrutar desde aquí lo que vamos a recibir Allá… Como quien se entusiasma preparando un viaje que piensa hacer. (CIC # 163).
Las circunstancias de nuestra vida pueden tornarse difíciles y entonces aquello que esperamos recibir podría opacarse, podría hasta esconderse. Es el momento de afianzar nuestra Fe con la oración y los Sacramentos. De allí que mucha gente exclame ante ciertas situaciones: ¿Cómo se puede vivir sin Fe? ¿Cómo hubiera hecho si no tuviera Fe?
La Fe es un regalo de Dios que hay que aceptarlo y usarlo. Y ese regalo es sobre todo para cuando las cosas se complican un poco…o mucho.
Imitemos a Santísima Virgen María. Ella tuvo Fe en el momento increíble, pero gozoso, de la Anunciación, pero la tuvo igual a los pies de la Cruz y al depositar a Su Hijo en el sepulcro. Así debe ser nuestra Fe.
La Fe no puede ser una actitud pasajera, no puede ir en marcha y contramarcha. Debe ser perseverante… hasta el final. Bien lo dice Jesucristo: “Estén listos con la túnica puesta y las lámparas encendidas… También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen vendrá el Hijo del hombre” (Lc. 12, 32-48).
¿Por qué hay que creer cosas que no son comprobables?
Ver respuesta aquí: www.buenanueva.net/preguntasb/pqverdades.htm
Isabel Vidal de Tenreiro