El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado que las fuerzas armadas estadounidenses realizaron ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares clave en Irán, una operación que calificó como “exitosa” y que marca un nuevo punto de inflexión en el conflicto en Medio Oriente.
“Hemos completado nuestro exitoso ataque a las tres instalaciones nucleares de Irán, incluidas Fordow, Natanz e Isfahán. Todos los aviones están fuera del espacio aéreo iraní”, escribió Trump en Truth Social.
“Felicitaciones a nuestros grandes guerreros americanos. ¡AHORA ES EL MOMENTO DE LA PAZ!”, concluyó.

Aunque el presidente no precisó los daños ocasionados, indicó que una “carga completa de bombas” fue lanzada sobre Fordow, uno de los centros neurálgicos del programa nuclear iraní y planta subterránea de enriquecimiento de uranio.
Fuentes del Pentágono, citadas por The New York Times bajo anonimato, confirmaron que múltiples bombarderos B-2 fueron empleados en el ataque, como parte de una operación previamente preparada desde semanas atrás, cuando Estados Unidos incrementó su presencia militar en la región con el portaviones USS Nimitz y aviones de combate F-16, F-22 y F-35.
Operación aérea y despliegue militar previo
El seguimiento de vuelos militares también reveló el movimiento de bombarderos pesados rumbo al Medio Oriente durante las últimas horas, lo que sugería una ofensiva inminente.
Israel y EE.UU. en plena coordinación
El ataque estadounidense habría sido coordinado estrechamente con el Gobierno de Israel, según reportes de medios israelíes. Desde el pasado 13 de junio, Irán e Israel han intercambiado bombardeos, tras un ataque inicial israelí contra objetivos militares iraníes.
Teherán ha negado en reiteradas ocasiones que sus instalaciones nucleares tengan fines bélicos, y hasta ahora no ha emitido una respuesta oficial al ataque, aunque se esperan reacciones en las próximas horas.
El bombardeo eleva al máximo la tensión en una región que ya atravesaba una crisis creciente, con el riesgo de un conflicto directo a gran escala entre Irán, Israel y Estados Unidos. Analistas internacionales advierten que este podría ser el paso más agresivo de la administración Trump desde su regreso a la Casa Blanca y subrayan el impacto global que podría tener una respuesta iraní.