El doctor Danilo Antonio Mojica Monsalvo, magistrado emérito del Tribunal Supremo de Justicia y docente universitario, en estos momentos está muy preocupado por los daños que puede ocasionar al cerebro de los seres humanos la mala utilización de la Inteligencia Artificial.
Tanto es así que ha acudido a la Sala Constitucional para consignar un recurso destinado a la interpretación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con el fin de regular los más novedosos de los Derechos Humanos: los neuro–derechos.
Es un tema de gran importancia, dice al ser entrevistado por El Impulso. Estamos pidiendo, a través de esa interpretación, que sean regulados los nuevos Derechos Humanos: la libertad cognitiva, la libertad de datos, la libertad de identidad y demás aspectos que corren riesgos severos con la acelerada y descontrolada utilización de la Inteligencia Artificial y la cual, sin que nos demos cuenta, amenaza cada día con suplir y acabar con el ser humano.
Hasta ahora los Estados Unidos, la Unión Europea, China y otros países han venido tomado medidas para regular la Inteligencia Artificial, pero todavía no han elaborado leyes específicas, y en lo que respecta a Sudamérica, la iniciativa ha sido tomada el año pasado en Chile, donde fue introducido un proyecto de ley al Congreso, pero transcurridos catorce meses aún no ha habido interés en discutirlo.
Como se trata de una materia sumamente interesante, particularmente por ser muy novedosa y consecuencia de la más avanzada tecnología, es que hemos creído pertinente ir a la par del tiempo en la adopción de decisiones importantes y trascendentales porque está en juego, como ya le decía, suplir y acabar con el ser humano en los momentos más difíciles que vive la humanidad por los atroces conflicto que se vive en varias partes de nuestro planeta.
Lo que estamos planteando aquí, en Venezuela, es la protección del cerebro humano, porque está desprotegido en el sistema jurídico venezolano y urge tomar decisiones al respecto, resalta el experimentado profesional del Derecho.
Cuando el reportero le comenta que se ha pretendido utilizar la Inteligencia Artificial para engañar a incautos, como ocurrió en agosto de 2023, cuando fue usada la voz de un ex presidente muerto hacía diez años, para apoyar una candidatura; el doctor Mojica Monsalvo, asienta que, dentro de su recurso destinado a la regulación constitucional, está lograr el derecho de la integridad de las personas, inclusive de las que están fallecidas, para así hacer cumplir el respeto de su identidad.
Partimos, agrega, de establecer, a través de una interpretación constitucional, lo que se conoce como neuro–derechos y que tienen también los familiares el derecho de que sus deudos sean respetados, como en el caso que usted me está comentando.
¿Cómo fundamenta usted el derecho que tienen los ciudadanos de protegerse del mal uso de la Inteligencia Artificial?
Con el auge de la Inteligencia Artificial estamos situándonos en el plano del transhumanismo; es decir, con todas las bondades que pueda tener la Inteligencia Artificial para el avance de la ciencia y diversas actividades necesarias para la humanidad, puede llegar, en un futuro imprevisible, a sustituir al ser humano, y éste tiene, por supuesto, la necesidad de que en las legislaciones internas y fundamentalmente en la Constitución se establezcan sus neuro–derechos, que nacen del avance emergente de todo lo que es el desarrollo de las tecnologías avanzadas, particularmente de las neurotecnologías.
En este orden de ideas el doctor Mojica Monsalvo indica que la interpretación puede basarse en una serie de artículos constitucionales, entre los que cita el 257 (no se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales), el 2 (la propugnación de los valores superiores: la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los Derechos Humanos, la ética y el pluralismo democrático), el 22 (la enunciación de los derechos y garantías contenidas en esta Constitución y en los instrumentos internacionales sobre Derechos Humanos no debe entenderse como negación de otras que siendo inherentes a la persona, no figuran expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos) y, entre otros, el 46 (toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral).
Añade que esos artículos y otros son extensibles a la protección de estos Derechos Humanos que él los categoriza como de cuarta generación: los neuro-derechos.
¿Esa categoría constituye una novedad en la jurisprudencia mundial?
Los neuro–derechos surgen internacionalmente para proteger al ser humano. Se les considera neuro–derechos porque su finalidad es proteger al cerebro, órgano que centraliza la actividad del sistema nervioso, pero que está totalmente desprotegido ante el auge de las novedosas y arrolladoras tecnologías. Tenemos el derecho a la intimidad, el derecho a la expresión, a la comunicación, y muchos otros, pero no existe el derecho más importante que es el de las neuronas, que son las que permiten al ser humano desenvolverse plenamente. La máquina más poderosa del cuerpo humano está conformada por 20 mil millones de neuronas, que se comunican entre sí continuamente, para que en su reducido espacio, el cerebro, cuyo volumen es de 1,300 centímetros cúbicos, nos permita hablar, pensar y actuar.
La Inteligencia Artificial pretende replicar el cerebro humano a través de algoritmos de aprendizaje y, desde luego, cada día tratar de sacar la información del cerebro para convertirlos inmediatamente en datos, advierte. Y de continuar ese avance llegará el momento en que esta entrevista no me la haga un periodista sino una máquina la que me estará haciendo preguntas, porque los robots cumplirán las funciones más diversas, desde educadores a abogados, jueces y lo que usted quiera imaginarse.
Cuando usted presagia que actividades como el periodismo, la educación y la justicia, entre otras, estarían en las aptitudes de robots, evidentemente, la Inteligencia Artificial acabaría con una gran cantidad de empleos.
Justamente es por eso la necesidad de establecer los neuro–derechos. Los seres humanos tenemos el derecho al trabajo y es de imaginarse qué podría pasar si las personas no tienen la posibilidad de tener los ingresos para vivir y mantener a su familia. De allí la necesidad de que los neuro–derechos se establezcan en la Constitución, que en su contenido garantiza los Derechos Humanos fundamentales.
Como el asunto se ha vuelto un problema político, económico y social, indudablemente, ha ocasionado preocupación, interés y búsqueda de respuestas mediante la indagación y consulta a los textos constitucionales.
¿Existe la posibilidad de que el recurso que usted introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia sea considerado oportunamente?
Sí, esperamos que mediante una interpretación dinámica y progresiva se dé un paso hacia adelante y se logre consagrar los derechos novedosos de los neuro—derechos en Venezuela.
El doctor Mojica Monsalvo vive en Barquisimeto y Caracas por ser docente de la Universidad Fermín Toro en la capital larense y de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad Santa María, en la capital de la República, y también tiene que cumplir funciones en la Fundación Neuro Despegue Académico, así como consultor en neuro educación, explica, “para llevar un mensaje a la población dirigido a que comprenda la importancia que tiene el cerebro para la educación, el aprendizaje y la toma de decisiones”.