Trabajo de www.radiofeyalegrianoticias.com
Sinatra Salazar, docente e investigadora del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV), alertó que el aumento de la temperatura del mar está causando la mortandad y blanqueamiento de los corales, ecosistemas que sostienen una gran diversidad marina, protegen las costas del impacto de fenómenos meteorológicos y garantizan la seguridad alimentaria de las comunidades.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en su informe de 2023, advirtió que el calentamiento global superará los 2 °C en este siglo.
Si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, el nivel del mar podría aumentar entre 2 y 3 metros en los próximos 2000 años. En Venezuela, la NASA calcula que el nivel del mar subió en promedio 12 centímetros desde 1993, llegando a 13,62 centímetros en 2024, frente a los 1,97 centímetros registrados hace tres décadas.
En sus declaraciones ofrecidas al programa Háblame Bajito de Radio Fe y Alegría Noticias, Salazar advirtió que el mar “está ganando territorio” debido a la pérdida de la protección natural que ofrecían los arrecifes coralinos y los manglares, afectados hoy por la tala, así como por el desarrollo turístico y habitacional descontrolado.
Entre Anzoátegui y Sucre, estima que se perdió más del 50% de las barreras de manglares, mientras que en la península de Paria se conserva la mayor cobertura.
Coral invasor
A esta situación se suma la invasión del coral blando “Unomia stolonifera”, proveniente de Indonesia que, según la especialista, se introdujo en el país por actividades antropogénicas y encontró condiciones favorables con el cambio climático.
Esta especie cubre los corales como una alfombra, bloqueando la luz solar que necesitan para vivir y se reproduce con gran facilidad.
Fue detectada por los pescadores y la comunidad en 2015, pero no recibió la atención necesaria hasta 2022. Ya cubre más del 80% del Parque Nacional Mochima en Anzoátegui, el 45 % en la zona de Sucre y continúa expandiéndose hacia las regiones central y occidental del país.
En este sentido, la Universidad de Oriente (UDO), a través del Instituto Oceanográfico, desarrolla un proyecto de restauración de arrecifes mediante granjas de corales duros, que serán replantados en las áreas degradadas. También se están diseñando protocolos para controlar su propagación.
Salazar destacó que el cambio climático está alterando la química del agua y, de mantenerse esta tendencia, “los corales podrían desaparecer en los próximos 50 años”.
Debe cumplirse la ley
La profesora enfatizó que los parques nacionales y las zonas marinas protegidas están amparados por leyes que prohíben la introducción de especies exóticas y regulan actividades como la pesca artesanal e industrial para evitar la sobreexplotación de los ecosistemas, pero el problema es que muchas veces estas normas no se cumplen.
Destacó que el país está avanzando en el uso de tecnología de punta para enfrentar el cambio climático, con la adquisición de mareógrafos, estaciones meteorológicas y sistemas de alerta temprana.
“Las comunidades tienen que aprender también a manejar esos sistemas, no solo para la instalación, sino también para recolección de datos y que sepan interpretarlos”, agregó.
Afirmó que el país cuenta con profesionales capacitados en la materia y financiamiento, pero reconoció que el acceso a estos fondos es difícil.
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